La ilusión de encontrar a Zarlet Clavijo Martínez (de 18 años) se diluye, pero su familia y amigos mantienen la esperanza de encontrarla pronto.
La detención de Juan Cruz Marquera el pasado viernes 17, en lugar de contribuir a encontrar a la adolescente desaparecida en La Paz el pasado 4 de junio, ha desatado una serie de declaraciones de autoridades de Gobierno que apuntan a cerrar el caso, sin que se haya esclarecido. Ayer el Ministerio de Gobierno difundió la versión de que Zarlet Clavijo rehizo su vida y tiene dudas de que esté en manos de proxenetas.
Marcela Martínez, la madre de Zarlet, quien se dedica exclusivamente a la búsqueda de su hija, considera que está “muy cerca a recuperarla”. Rechaza responder a las autoridades que inventaron supuestas pruebas que indicarían que Zarlet se fue por voluntad propia. Asegura que su hija es víctima de trata y tráfico, en un caso relacionado con el narcotrático. Ha mencionado al cabecilla de la banda, apodado “El Sapo”.
Cruz Marquera fue detenido después de que cobró diez mil dólares a fines de septiembre y el pasado 17 debía recibir un segundo pago de 5 mil dólares, cuando fue detenido por el Grupo de Inteligencia de Casos Especiales (GICE). El sospechoso, identificado como dirigente cocalero ligado al Movimiento Al Socialismo (MAS), recibió el dinero en la cuenta bancaria de propiedad de una de las dirigentes de la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa. Lo llamativo es que Cruz Marquera fue aprehendido como supuesto timador y no por el cargo de trata y tráfico de personas que tiene mayor gravedad. La madre de Zarlet denuncia “protección” del dirigente cocalero que, en caso de ser declarado culpable, podría recibir 20 años de cárcel por el delito de trata y tráfico y no 3 por extorsión “como el Ministerio de Gobierno pretende”.
La pregunta ¿dónde está Zarlet? sigue sin respuesta. El Ministerio de Gobierno, para sustentar la hipótesis de que la joven huyó por voluntad propia, ha difundido un informe psicológico violando el derecho a la privacidad de la adolescente menor de edad.
Lo importante en este caso es que se encuentre a la joven desaparecida y deje de politizarse el proceso.
La Policía y la Fiscalía tienen que esclarecer el caso porque ese es su deber. Ya la justicia ordinaria se encargará de sancionar a los responsables.
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