Antes de ingresar a la controvertida cárcel de Morros Blancos, ubicada en la zona sur de Tarija, a primera vista y tal como se ven en las películas, está rodeada de enormes muros con alambres de púas y casetas de vigilancia.
Morros Blancos. Tarija. conviven detenidos y soldados en capitalla religiosa |
Al introducirse al penal, dos guardias de seguridad de la Policía Nacional exigen la cédula de identidad y después de una revisión corporal se llega a un mundo poco habitual. Los privados de libertad se acercan a pedir ayuda, dinero y comida y se ofrecen a ser guías por unas cuantas monedas. "Doctor, papá, amigo, hermano. Ayúdeme a salir, necesito dinero para comer, estoy enfermo". Esas son las palabras que se escuchan mientras nos dirigimos a una celda, en cuyo trayecto el guardia advierte de los riesgos de entablar amistad con los reclusos.
Es la cárcel que 'cobija' a los imputados de terrorismo. Morros Blancos ha cobrado notoriedad en los últimos días tras la llegada al penal de 11 de los 39 acusados del presunto terrorismo y alzamiento armado. Es una cárcel construida para albergar aproximadamente a 200 reos; sin embargo, el número de reclusos asciende a 478 adultos y a 15 niños, hijos de presos. Y solo cuenta con 30 policías de seguridad, vale decir que por cada guardia hay casi 20 internos.
Es la cárcel que 'cobija' a los imputados de terrorismo. Morros Blancos ha cobrado notoriedad en los últimos días tras la llegada al penal de 11 de los 39 acusados del presunto terrorismo y alzamiento armado. Es una cárcel construida para albergar aproximadamente a 200 reos; sin embargo, el número de reclusos asciende a 478 adultos y a 15 niños, hijos de presos. Y solo cuenta con 30 policías de seguridad, vale decir que por cada guardia hay casi 20 internos.
El Día se introdujo hasta las celdas de los imputados por el Caso Rózsa. Siete de los 11 recluidos: Mario Tádic, Ignacio Villa Vargas, Elöd Tóásó, Alcides Mendoza, Juan Carlos Guedes, Gelafio Santistevan y Hugo Paz, viven en una capilla de servicio religioso improvisada como celda donde comparten con 11 de los 30 guardias del penal. Por esta situación, los reos del penal están amotinados y han sacado dos votos resolutivos, por considerar que los supuestos terroristas les impiden las visitas de sus familiares y les redoblan la seguridad o pierden sus audiencias por falta de seguridad.
Los presuntos terroristas viven enfermos y sin dinero. Uno de los principales acusados del presunto terrorismo y alzamiento armado, Mario Tádic, preso hace tres años y 8 meses, asegura que su detención es ilegal y que contraviene el artículo 133 del Código Penal, que establece una duración máxima del proceso de 36 meses de cualquier detenido. Tádic dice que su salud es inestable y que tiene que estar en permanente medicación, pero no es asistido desde el 2011. ¨Tengo cardiopatía mixta e hipertensión arterial, síndrome metabólico y postraumática. Tengo costillas rotas y parte de mis dientes salidos, desde la tortura de mi detención", comenta con sus certificados médicos. Sin embargo, Elöd Tóásó sostiene que tiene problemas del corazón pero que no se queja. En el penal, Tóásó vive aislado, no socializa mucho con sus compañeros porque solo habla húngaro. Se levanta de su cama para comer, ducharse y salir a las audiencias. Sin embargo, Ignacio Villa Vargas, alias "El Viejo", Juan Carlos Guedes y Alcides Mendoza, tienen problemas del corazón y les afecta la altura. Ellos lamentan que el Ministerio de Gobierno insista en llevar el juicio en Tarija, sin considerar el costo económico que significa tener un abogado en el juicio. Aseguran que requiere de Bs 3.500 semanal para cubrir los gastos de transporte, estadía y alimentación de sus abogados.
Cuatro de los acusados viven hacinados. A lado de la capilla en una diminuta celda duermen otros cuatro de los acusados: Juan Kudelka, Zvonko Matkovic, Alberto Melgar y Gelafio Soilo Salces Sepúlveda. Kudelka, que lleva 2 años y 5 meses, lamenta las condiciones precarias en la que se encuentran en el penal. "Para nosotros todos los días son iguales con excepción de los días de audiencias y viajes; pero después cuando estamos en el penal de San Pedro, tenemos que buscar cómo ocupar nuestro tiempo con la lectura, películas y hacer deporte", señala. Matkovic, detenido hace 2 años y nueve meses, se queja porque dice que la justicia no es igual para todos los acusados. "A todos se nos ha imputado por el delito de terrorismo y alzamiento armado; sin embargo, algunos seguimos presos y otros están en sus casas", protesta. Soilo Salces Sepúlveda, preso hace 2 años y 7 meses, tiene problemas de estómago y hemorroides. Tiene que consumir una dieta especial para su alimentación, pero no tiene los recursos económicos. Los acusados del presunto terrorismo y alzamiento armado, ven que el juicio oral en su contra está siendo dilatado por el Gobierno con el propósito de cansarlos, agotarlos, física, mental y económicamente.
Los presuntos terroristas viven enfermos y sin dinero. Uno de los principales acusados del presunto terrorismo y alzamiento armado, Mario Tádic, preso hace tres años y 8 meses, asegura que su detención es ilegal y que contraviene el artículo 133 del Código Penal, que establece una duración máxima del proceso de 36 meses de cualquier detenido. Tádic dice que su salud es inestable y que tiene que estar en permanente medicación, pero no es asistido desde el 2011. ¨Tengo cardiopatía mixta e hipertensión arterial, síndrome metabólico y postraumática. Tengo costillas rotas y parte de mis dientes salidos, desde la tortura de mi detención", comenta con sus certificados médicos. Sin embargo, Elöd Tóásó sostiene que tiene problemas del corazón pero que no se queja. En el penal, Tóásó vive aislado, no socializa mucho con sus compañeros porque solo habla húngaro. Se levanta de su cama para comer, ducharse y salir a las audiencias. Sin embargo, Ignacio Villa Vargas, alias "El Viejo", Juan Carlos Guedes y Alcides Mendoza, tienen problemas del corazón y les afecta la altura. Ellos lamentan que el Ministerio de Gobierno insista en llevar el juicio en Tarija, sin considerar el costo económico que significa tener un abogado en el juicio. Aseguran que requiere de Bs 3.500 semanal para cubrir los gastos de transporte, estadía y alimentación de sus abogados.
Cuatro de los acusados viven hacinados. A lado de la capilla en una diminuta celda duermen otros cuatro de los acusados: Juan Kudelka, Zvonko Matkovic, Alberto Melgar y Gelafio Soilo Salces Sepúlveda. Kudelka, que lleva 2 años y 5 meses, lamenta las condiciones precarias en la que se encuentran en el penal. "Para nosotros todos los días son iguales con excepción de los días de audiencias y viajes; pero después cuando estamos en el penal de San Pedro, tenemos que buscar cómo ocupar nuestro tiempo con la lectura, películas y hacer deporte", señala. Matkovic, detenido hace 2 años y nueve meses, se queja porque dice que la justicia no es igual para todos los acusados. "A todos se nos ha imputado por el delito de terrorismo y alzamiento armado; sin embargo, algunos seguimos presos y otros están en sus casas", protesta. Soilo Salces Sepúlveda, preso hace 2 años y 7 meses, tiene problemas de estómago y hemorroides. Tiene que consumir una dieta especial para su alimentación, pero no tiene los recursos económicos. Los acusados del presunto terrorismo y alzamiento armado, ven que el juicio oral en su contra está siendo dilatado por el Gobierno con el propósito de cansarlos, agotarlos, física, mental y económicamente.
Caso Rózsa
El 7 de enero se reinstala el juicio oral
El 7 de enero se reinstala el juicio oral
Después de más de 20 días de receso, el lunes 7 de enero del 2013, a partir de las 15:00, se reinstalará el juicio oral en contra de Mario Tádic y otros por el presunto terrorismo y alzamiento armado. La audiencia será en la sala de Oralidad del Palacio de Justicia de Tarija.
La defensa asegura que dilatan el juicio. Desde la instalación del juicio oral el 9 de octubre hasta la fecha han habido cinco recesos en menos de cuatro meses y solo 11 de los 39 acusados han presentado sus incidentes y excepciones.
Debido a esta situación, el abogado defensor de Hugo Paz Lavandez, Carlos Mariaca, solicitó al pleno del Tribunal continuar con las audiencias continuas hasta el 21 de diciembre; sin embargo, el Ministerio Público se opuso a tal petición y al final el juez determinó la suspensión. "El juicio no debe suspenderse más de 10 días hábiles según el artículo 336 del Código de Procedimiento Penal, de lo contrario se está incurriendo en un delito y se está vulnerando los derechos de los acusados", cuestionó Mariaca al juez.
Debido a esta situación, el abogado defensor de Hugo Paz Lavandez, Carlos Mariaca, solicitó al pleno del Tribunal continuar con las audiencias continuas hasta el 21 de diciembre; sin embargo, el Ministerio Público se opuso a tal petición y al final el juez determinó la suspensión. "El juicio no debe suspenderse más de 10 días hábiles según el artículo 336 del Código de Procedimiento Penal, de lo contrario se está incurriendo en un delito y se está vulnerando los derechos de los acusados", cuestionó Mariaca al juez.
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