Actuaron por instrucción de la Comisión de Fiscales que investiga los enfrentamientos de Porvenir. Realizaron las capturas entre las 3.00 y 5.30 y en medio de disparos, según testigos. El Gobierno asegura que desconocía el operativo.
Un irregular operativo de seguridad conmocionó nuevamente a Pando. Entre las 3.00 y 5.30 de ayer, un número indeterminado de hombres encapuchados y armados, según varios testigos, capturó a 15 ciudadanos en las poblaciones de Porvenir y Cobija, siete de los cuales fueron trasladados a La Paz y posteriormente interrogados por su presunta participación en los hechos violentos del 11 de septiembre del 2008.
Tal como ocurrió la segunda quincena de septiembre de ese año, cuando decenas de autonomistas fueron capturados por personas con los rostros encubiertos y luego confinados tras que se dictara el estado de sitio en Pando, la madrugada de este miércoles los encapuchados vestidos con uniformes camuflados reaparecieron en esa región y secuestraron a 15 ciudadanos, ocho de los cuales fueron liberados en el trayecto, entre ellos al menos un menor de edad de 15 años.
A las 6.30, los informativos de radio y televisión abrieron sus ediciones con esta noticia, pero en la noche, luego de que los detenidos prestaran sus declaraciones en La Paz, Eduardo Morales, uno de los fiscales que atiende el caso y que participó en los operativos, aseguró que éstos “comenzaron a las siete de la mañana”. Cuando los periodistas le hicieron notar que esto era imposible, insistió: “Fue a las 7.00”.
Durante la mañana, desde Cobija, el senador de Podemos Paulo Bravo dijo que, luego de enterarse de los secuestros, permaneció en las puertas del aeropuerto de Cobija desde las seis hasta las ocho de la mañana, junto a decenas de personas. El Código de Procedimiento Penal establece que las aprehensiones se podrán realizar sólo entre las 7.00 y 19.00.
A las 6.35 Pablo Ventura, hermano de Edwin Ventura Börth, alcalde de Porvenir y uno de los detenidos, conversó con la red PAT y contó que “la violencia fue como cuando el estado de sitio. Derrumbaron puertas un grupo de 50 efectivos que rodearon las casas. Esto ha sucedido como a las tres y tres y media de la mañana y llegaron a la casa de mi hermano a las cuatro”.
Dijo además que “nos han gasificado y nos han hecho disparos a quemarropa”.
Además de Ventura fueron detenidos los concejales Willma Benegas Becerra, Germán Justiniano Negrete y Wilson Da Silva Ramallo, éste último incluido en la lista de muertos del informe que elaboró la Unión Suramericana de Naciones.
Junto a ellos fueron detenidos el oficial mayor de la Alcaldía de Porvenir, Roberto Rea Ruiz, y los periodistas Marcial Peña Tomia y Hugo Mopi Soliz.
La esposa de éste último, Helen Franco, contó que “llegaron encapuchados, patearon la puerta e incluso le apuntaron con un arma a un niño de cuatro años”. Al igual que Ventura, aseguró que los uniformados eran militares y que actuaron sin orden de aprehensión.
En la noche, después de las declaraciones de los detenidos y antes de que éstos fueran conducidos a celdas de la Policía, los periodistas preguntaron al fiscal Morales dónde estaban las órdenes de aprehensión y la autoridad explicó que éstas “se quedaron (en Cobija) con los investigadores”.
El abogado defensor de los detenidos, Freddy Castelú, denunció que en este caso “se ha actuado sin un mandamiento de aprehensión del juez cautelar”, pero además sin haber emitido notificaciones previas para que los acusados se presenten a declarar, al menos en dos casos.
Explicó que en los otros cinco, los acusados enviaron un memorial solicitando a los fiscales que se les postergue la fecha para sus declaraciones, “pero nunca recibieron respuesta”. Por ello, denunció que “en este caso se actuó al margen de la ley”.
Según informaron los testigos del hecho en Pando, los uniformados capturaron a 15 personas en Porvenir y Cobija, pero al final liberaron a ocho de ellas, entre las que se encontraba el hijo de la concejal Benegas, según Pablo Ventura. Cuando Morales fue consultado por qué se detuvo a menores de edad, molesto, evitó responder la consulta.
Los siete detenidos, según el fiscal Morales, son sospechosos de haber participado en la llamada masacre de Porvenir y hoy se definirá si son imputados, luego de evaluar sus declaraciones.
“La violencia fue como cuando el estado de sitio. Derrumbaron puertas un grupo de 50 efectivos”
Pablo Ventura, vecino de El Porvenir.
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