La casa de la hermana del presidente boliviano Evo Morales fue apedreada por decenas de vecinos que acusaron al gobierno de actuar con lentitud para recuperar a cuatro policías que fueron linchados hace más de dos semanas por indígenas, afirmó el ministro de Gobierno (Interior).
"Este delito será investigado, los responsables individualizados, procesados y sancionados penalmente", dijo el ministro Sacha Llorenti tras confirmar el ataque por parte de decenas de vecinos, que tuvo lugar el sábado, contra la casa de Esther Morales, en la ciudad de Oruro (240 km al sur de La Paz)
Los iracundos vecinos lanzaron piedras y rompieron los vidrios de la fachada de la casa de la hermana del mandatario, sin causar daños personales, según imágenes difundidas este lunes por el canal privado de televisión Red Uno.
Los manifestantes reprochan al poder Ejecutivo no haber recuperado los cuerpos de los cuatro uniformados, enterrados el sábado, tras su linchamiento a pedradas y palazos hace dos semanas por indígenas quechuas en la región de Uncía, a 340 al sur de La Paz.
Los indígenas acusaban a los cuatro policías de ladrones, mientras que la Comandancia ha afirmado que los agentes investigaban un robo de vehículos.
El gobierno explicó que no actuó de inmediato, para evitar un enfrentamiento mayúsculo entre policías y aborígenes, quienes se negaban a permitir la entrada de efectivos investigadores e incluso tardaron en devolver los restos.
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