Ocho horas después de que el grupo liderado por Melva Hurtado fuera desalojado de los predios de la Casa Grande (sede de la Cidob) por los seguidores de Adolfo Chávez, este mediodía retornaron con más fuerza para ingresar y tomar por segunda vez la institución.
Una vez en el interior los originarios seguidores de Hurtado fueron apoyados por un grupo de unos 30 policías que evitó mayores enfrentamientos. Al lugar también llegó el defensor del Pueblo en Santa Cruz, Hernán Cabrera, para mediar entre ambos bandos.
La disputa por la Cidob comenzó el vienes pasado cuando los oficialistas tomaron la institución por la fuerza. Este domingo a las 5:00 ingresaron los opositores y se instalaron nuevamente después de librar una pelea. En los enfrentamientos aborígenes de ambos lados resultaron heridos.
Con el ‘ojo en tinta’, los seguidores de Hurtado no se quedaron con los brazos cruzados y a las 13:30 llegaron nuevamente para volver a dar pelea. Después de agredirse con palos y piedras, los que apoyan al Gobierno se hicieron nuevamente con el edificio donde permanecen resguardados por policías.
Los nativos en Bolivia se encuentran divididos por la intención del Gobierno de construir una carretera por medio del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). Un grupo apoya la vía por la reserva natural mientras que el otro intenta evitarla porque considera que atenta contra su hábitat natural.
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