Herido en lo más profundo de su ser, el presidente Evo Morales no acepta que los indígenas hayan plantado su flor del Patujú, su arco, su flecha, su sudor y valentía en el Palacio de Gobierno después de la marcha que duró 65 días y ahora se encuentra en una campaña sistemática por revertir esa situación.
Por esa razón ha sobrevolado en helicóptero la región del Tipnis, se ha reunido con los cocaleros, cochabambinos y benianos afines y les ha dicho y "por qué no me apoyaron".
También les ha pagado los pasajes a 30 caciques para que vayan hasta el Senado a pedir la revisión de la Ley que protege que la carretera no pase por la reserva natural y ha iniciado un rastrillaje unilateral por el parque Isiboro Sécure buscándole cinco pies al gato a todas las empresas que operan.
También les ha pagado los pasajes a 30 caciques para que vayan hasta el Senado a pedir la revisión de la Ley que protege que la carretera no pase por la reserva natural y ha iniciado un rastrillaje unilateral por el parque Isiboro Sécure buscándole cinco pies al gato a todas las empresas que operan.
Y se trata de una campaña sostenida, de una batalla en la que se retrocedió por momentos para contratacar con más fuerza, pensando tal vez en Sun Tzu y su “arte de la guerra”, un libro que el vicepresidente Álvaro García Linera le regaló a Evo Morales en un cumpleaños.
“Un general inteligente lucha por desproveer al enemigo de sus alimentos", decía el estratega. Y eso pasa ahora con los indígenas que se quejan que a título de intangibilidad ahora no podrán cazar ni un ratón del Tipnis.
"Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso", es otro de los consejos para dividir, y los indígenas están divididos.
Pero el maestro también aconseja; "Un gobierno no debe movilizar un ejército por ira, y los jefes militares no deben provocar la guerra por cólera" y recomienda que "hay ciudades que no deben ser rodeadas". Es decir temas sensibles.
Por eso es que el Gobierno debe tener mucho cuidado de no provocar una guerra civil o un enfrentamiento entre cocaleros e indígenas. Y le pueda significar seguir la misma ruta de Goni.
“Un general inteligente lucha por desproveer al enemigo de sus alimentos", decía el estratega. Y eso pasa ahora con los indígenas que se quejan que a título de intangibilidad ahora no podrán cazar ni un ratón del Tipnis.
"Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso", es otro de los consejos para dividir, y los indígenas están divididos.
Pero el maestro también aconseja; "Un gobierno no debe movilizar un ejército por ira, y los jefes militares no deben provocar la guerra por cólera" y recomienda que "hay ciudades que no deben ser rodeadas". Es decir temas sensibles.
Por eso es que el Gobierno debe tener mucho cuidado de no provocar una guerra civil o un enfrentamiento entre cocaleros e indígenas. Y le pueda significar seguir la misma ruta de Goni.
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