Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. De su excelente trabajo publicado en IAR-noticias, y que hemos reproducido en nuestro blog Energía.Hambre.detodounpoco, extraemos este párrafo que no se podrá comprender totalmente, sin una lectura plena del trabajo aludido:
La oligarquía sublevada no negocia con Morales, pero si negocia con el vicepresidente Linera: Sobre la base de este axioma funcional el jugador (EEUU y el poder transnacional) están articulando una nueva movida de piezas en el tablero boliviano.
Hay tres escenarios previstos: la "renuncia histórica" (en función de la "unidad de Bolivia" de Evo Morales), la asunción de García Linera como presidente, y una nueva rebelión popular protagonizada por las organizaciones y sindicatos combativos del Altiplano que actualmente mantienen un apoyo crítico a Morales y al partido gobernante, el MAS.
De producirse la renuncia de Morales (como producto de la "ingobernabilidad" de Bolivia), las organizaciones que protagonizaron las tomas de rutas y huelgas de 2005 repetirían esa experiencia callejera contra un hipotético gobierno de Linera, que es rechazado por los sectores combativos y populares que se articulan alrededor de Morales.
La "carta Linera" (tenido como interlocutor válido por las fuerzas oligárquicas) ya estaría pensada dentro de un arreglo "pacifico" con el establishment de poder local (y bendecido por la embajada USA) que incluiría un llamado consensuado a nuevas elecciones (como en el 2005).
En ese plan (de retoma del control institucional en Bolivia), la única pieza que no encaja es la rebelión popular generalizada (prevista) que se desataría como consecuencia de una unidad funcional de las organizaciones y sindicatos del Altiplano y sectores escindidos del MAS (partido gobernante) que no comulgan con Garcia Linera.
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