Héctor Cámpora era un peronista convencido. gozó de prestigio como profesional y su influencia en el colectivo era notable. Cámpora fue elegido por Perón y convocado a Madrid con urgencia. Lo esperaba Perón en Puerta de Hierro. "Mira viejo, tienes que salvar al Partido, a tiempo que salvamos a la Patria" y le expuso su plan. Cámpora sería el candidato peronista a la presidencia, una vez electo convocaría a nuevas elecciones, rehabilitado Perón que entonces, estaría libre para terciar sin miedo y con la seguridad de ganarlas. Dicho y hecho. Cámpora volvió con todos los recursos para ingresar a la carrera presidencial y en efecto las ganó ampliamente.
de las primeras medidas logró levantar el veto que impedía al caudillo regresar a Argentina desde 1955 cuando los militares lo echaron del poder a raiz del conflicto con la Iglesia Católica que había llegado al extremo de incendiar 6 iglesias en el término de unas horas, provocando la justa reacción del pueblo, especialmente de la Fuerza Naval que salió a las calles presidiendo un levantamiento general que tenía por finalidad echar a Juan Domingo de la Casa Rosada, imponiéndole así el veto, la prohibición de regresar al seno de su Patria.
optó Perón por España como refugio, lo que consiguió sin demora y pudo, siguiente el sabio consejo de un sacerdote amigo, reconciliarse con los Obispos que le habían aplicado "la excomunión" o sea la privación de toda asistencia de la Iglesia con la aplicación de los Sacramentos. Impensable para el general retomar su liderazgo político previo perdón de la Iglesia Católica, que exigió la celebración de un juicio canónico que tomó muchos meses, talvez un par de anos antes de hacer valer las disculpas peronistas y por tanto "el perdón de los pecados" cometidos hasta entonces. salvado este primer paso, vendría el intento de levantar el veto político, el que impusieran las FFAA, nunca más Perón podría aspirar a nada hasta tanto.
sabemos de las agallas de Perón, de "sus veleidades en materia de justicia social y de lucha por su reivindicación personal. empezó a trazar planes y suscribir pactos, se convirtió en puente entre Buenos Aires y Madrid "el peregrinaje de personalidades" entre ambas capitales...ir y venir hasta lograr los frutos. Cámpora sería la figura clave, aunque a última hora, ya éste aposentado en la Casa Rosada del final de la Constitución, uso algunos reparos y hasta pareció por momentos que se revelaba frente a la temida personalidad de Perón, que utilizando la "magia del poder y del dinero" doblegó por segunda vez a Cámpora que firmó la convocatoria.
la argucia de Perón en favor de una Argentina Democrática, bien merece ser estudiada por el paralelismo que se da con la situación de la Bolivia masista presidida por Morales. veamos.
Bolivia está sometida a una férrea conducción de élite que preside Evo sin duda, hábilmente urdida por el más grande aparato de inteligencia que se opuso al poderío de los Estados Unidos. se trata de los servicios secretos de Cuba, con medio siglo de experiencia en su accionar de "defensa del Régimen Castrista" que ha ensayado virtualmente "miles de recursos y estratagemas" para evitar el desmoronamiento del castrismo. hay que reconocer que capacidad no les falta y en cuanto a recursos tienen todos los necesarios reforzados con el apoyo Chino y en su momento de Irán.
se podría afirmar que "no hay forma de moverle el tablero a Morales", con sus peyorativos ataques al Imperio al que culpa de todos sus males" el masismo se refuerza ante el aparato cubano y reitera mil veces que el enemigo es el mismo de Cuba, el que decretó el embargo y virtualmente no lo ha levantado todavía. es posible que una negociación profunda, podría conducir llegado el momento a negociar el apoyo de la inteligencia cuba a Evo, por la conclusión del embargo, aunque este aspecto está lejos de suceder dado el beneficio que el Imperio obtiene de "este juego de poderío que tiene por protagonistas a China, Cuba, Evo y los musulmanes de Irán".
concluímos entonces que la única forma de sacudir este andamiaje del que ni siquiera es consiente Evo, según se puede deducir de un suscinto análisis de sus jugadas en que pretende hacer intervenir otros factores, como la influencia de Francisco desde Roma, de chinos y cubanos, en contra de sus movidas por el tema del MAR, que no es sino un burdo pretexto para retener el poder en Bolivia, sus verdaderas intenciones están en dejar correr el tiempo, debilitar a la oposición, desquiciar a sus contrincantes, incluyendo los que pudieran existir dentro de su partido el MAS, y evitar apartarse del poder político que por el momento le "blinda de todo juicio y posterior condena" por sus cada vez más numerosos peculados, excesos y delitos públicos por corrupción y traición a la Patria.
Nada personal…
Columna
COLUMNA VERTEBRAL
Publicado el 22/10/2017
Lo ocurrido el 17 de octubre de 2017 ha sido una de las experiencias más interesantes que me ha tocado vivir. Desde los dos extremos del espectro político han confluido las más duras acusaciones en mi contra, por motivos y con fundamentos que son las antípodas unos de otros, pero que confluyen por una razón básica, porque la reivindicación de los valores democráticos genuinos, despojados de un interés personal o de grupo, sin la meta de justificar o defender acciones concretas, no forman parte del ADN de quienes entienden las ideas más valiosas como meros instrumentos de uso.
Si algo caracteriza esta andanada es la completa ausencia de argumentos, de ideas, de conceptos. Todo se reduce al ataque sistemático para destruir la credibilidad, el prestigio, el perfil personal y el perfil político. El adversario es un enemigo al que hay que pulverizar a cualquier precio.
Nada se hace por acaso. Se diseña una táctica comunicacional, se instruye a los funcionarios cumplir su tarea. Los soldados obedecen las órdenes con esmero, sean presidentes de las cámaras legislativas, ministros de Estado, viceministros, parlamentarios, responsables de medios y periodistas del oficialismo y –cómo no– esta nueva forma de equipos de presa que conocemos popularmente como “troles”, con la tarea es inundar las redes sociales de insultos, descalificaciones, mentiras y medias verdades, cuya línea de trabajo es la destrucción de la verdad, su fragmentación hasta construir lo que hoy ya se define como “posverdad”.
En este caso –qué tan importante sería el blanco– el propio Presidente envió un tuit recordando el 17 de octubre con un video convenientemente editado para mezclar el grano con la paja. Fue esclarecedor apreciar la diligencia de media docena de altas autoridades siguiendo al pie de la letra el guión, pero fue más esclarecedor todavía comprobar la total coincidencia entre estos y los conspicuos representantes de uno de los partidos emblemáticos del proceso político que concluyó el 2003. La tregua, en este caso, les permitió disparar toda su carga contra una sola persona para concluir, ambos, que hay un único responsable de octubre…
En medio de esta acción turbulenta, el ministro de Relaciones Exteriores cumplió también su instrucción específica: pedirme un informe administrativo vinculado a mi responsabilidad en el tema del mar, cuando sabe mejor que nadie que todas mis actividades se han descargado con detalle exhaustivo en Diremar.
Por supuesto, esto es política y no hay razón alguna para sorprenderse ni para lamentarse. Faltaría más. Es simplemente una constatación de cómo se hace política con minúscula cuando se carece del más mínimo argumento para hacer Política con mayúscula.
El Gobierno ha llegado a la conclusión de que quien escribe estas líneas quiere ser candidato a la presidencia. Las encuestas le indican que entre los potenciales rivales del candidato ilegal del MAS aparezco como el mejor posicionado y, aunque en primera vuelta la diferencia es amplia en favor del postulante ilegal, dicen también que en una eventual segunda vuelta podría ganarle. No hay tiempo que perder, hay que aplastar la figura del supuesto contendiente. Primero lo intentan por la vía del descrédito masivo. Todo el fuego contra la muralla de la credibilidad. Si no se lo consigue, se irá por la inhabilitación, escogiendo el camino más expedito para lograrlo. Sin duda, es preferible algún candidato funcional que uno que realmente pueda poner en aprietos a quien quiere ser el primer presidente vitalicio de nuestra historia.
Pero, pase lo que pase, hay una trinchera de la que no me moveré: la de la democracia que está fundamentada en la separación e independencia de poderes y la alternancia en la presidencia como imperativos imprescindibles para limitar el poder. Pero sobre todo, no me moveré de la defensa del principio de que la soberanía reside en el pueblo que, en el caso que nos ocupa dijo su palabra vinculante y de cumplimiento obligatorio el 21 de febrero de 2016.
Hago política, claro que sí, es mi derecho ciudadano y constitucional. Y, por si lo olvidan, no tengo partido ni soy candidato.
Soy consciente de que mi palabra ejerce alguna influencia en mis compatriotas, pero nunca pensé que la dimensión de lo que hago y digo sea de tal importancia que desde los dos polos del espectro político me honrarían en estos días con una avalancha de esta magnitud.
Como te dice susurrando el compadrito a tiempo de meterte un cuchillo en el estómago: “nada personal, hermano…”
El autor fue presidente de la República
http://carlosdmesa.com/
Si algo caracteriza esta andanada es la completa ausencia de argumentos, de ideas, de conceptos. Todo se reduce al ataque sistemático para destruir la credibilidad, el prestigio, el perfil personal y el perfil político. El adversario es un enemigo al que hay que pulverizar a cualquier precio.
Nada se hace por acaso. Se diseña una táctica comunicacional, se instruye a los funcionarios cumplir su tarea. Los soldados obedecen las órdenes con esmero, sean presidentes de las cámaras legislativas, ministros de Estado, viceministros, parlamentarios, responsables de medios y periodistas del oficialismo y –cómo no– esta nueva forma de equipos de presa que conocemos popularmente como “troles”, con la tarea es inundar las redes sociales de insultos, descalificaciones, mentiras y medias verdades, cuya línea de trabajo es la destrucción de la verdad, su fragmentación hasta construir lo que hoy ya se define como “posverdad”.
En este caso –qué tan importante sería el blanco– el propio Presidente envió un tuit recordando el 17 de octubre con un video convenientemente editado para mezclar el grano con la paja. Fue esclarecedor apreciar la diligencia de media docena de altas autoridades siguiendo al pie de la letra el guión, pero fue más esclarecedor todavía comprobar la total coincidencia entre estos y los conspicuos representantes de uno de los partidos emblemáticos del proceso político que concluyó el 2003. La tregua, en este caso, les permitió disparar toda su carga contra una sola persona para concluir, ambos, que hay un único responsable de octubre…
En medio de esta acción turbulenta, el ministro de Relaciones Exteriores cumplió también su instrucción específica: pedirme un informe administrativo vinculado a mi responsabilidad en el tema del mar, cuando sabe mejor que nadie que todas mis actividades se han descargado con detalle exhaustivo en Diremar.
Por supuesto, esto es política y no hay razón alguna para sorprenderse ni para lamentarse. Faltaría más. Es simplemente una constatación de cómo se hace política con minúscula cuando se carece del más mínimo argumento para hacer Política con mayúscula.
El Gobierno ha llegado a la conclusión de que quien escribe estas líneas quiere ser candidato a la presidencia. Las encuestas le indican que entre los potenciales rivales del candidato ilegal del MAS aparezco como el mejor posicionado y, aunque en primera vuelta la diferencia es amplia en favor del postulante ilegal, dicen también que en una eventual segunda vuelta podría ganarle. No hay tiempo que perder, hay que aplastar la figura del supuesto contendiente. Primero lo intentan por la vía del descrédito masivo. Todo el fuego contra la muralla de la credibilidad. Si no se lo consigue, se irá por la inhabilitación, escogiendo el camino más expedito para lograrlo. Sin duda, es preferible algún candidato funcional que uno que realmente pueda poner en aprietos a quien quiere ser el primer presidente vitalicio de nuestra historia.
Pero, pase lo que pase, hay una trinchera de la que no me moveré: la de la democracia que está fundamentada en la separación e independencia de poderes y la alternancia en la presidencia como imperativos imprescindibles para limitar el poder. Pero sobre todo, no me moveré de la defensa del principio de que la soberanía reside en el pueblo que, en el caso que nos ocupa dijo su palabra vinculante y de cumplimiento obligatorio el 21 de febrero de 2016.
Hago política, claro que sí, es mi derecho ciudadano y constitucional. Y, por si lo olvidan, no tengo partido ni soy candidato.
Soy consciente de que mi palabra ejerce alguna influencia en mis compatriotas, pero nunca pensé que la dimensión de lo que hago y digo sea de tal importancia que desde los dos polos del espectro político me honrarían en estos días con una avalancha de esta magnitud.
Como te dice susurrando el compadrito a tiempo de meterte un cuchillo en el estómago: “nada personal, hermano…”
El autor fue presidente de la República
http://carlosdmesa.com/
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