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lunes, 29 de mayo de 2017

José Luis Baptista luego de repasar el rol de la CPE desde los orígenes de la República, tema una continuidad del régimen de sumisión del Poder Judicial al Poder Ejecutivo, por la confusión que existe entre las tres ramas una para litigios (Tribunal Supremo) otra para resolver asuntos sobre insconstitucionalidad de leyes y otra (Consejo) para dictar normas en lo interno de lo disciplinario y administrativo.


Guardián de la Constitución del Estado

              

José Luis Baptista Morales

Desde 1826 la Constitución Política de nuestro país se basó en la clásica teoría de la división de poderes que otorga el ejercicio de las funciones del Estado a distintas instituciones, independientes unas de las otras e iguales en jerarquía. Pese a la claridad de esa concepción, en la fase inicial del periodo republicano, continuando la larga tradición hispana de fusión de atribuciones gubernamentales y jurisdiccionales, el sistema de justicia fue en la práctica simple rama del Poder Ejecutivo.
A fines del siglo XIX, haciendo resaltar que la división de poderes es la suprema garantía de la libertad y que el juez está subordinado solamente a la Constitución, el ilustre jurisconsulto Pantaleón Dalence enunció el principio doctrinal que percibe a la Justicia con calidad de Poder Político, e hizo constar que por ello le corresponde “moderar los excesos” de los otros poderes en el ejercicio de la soberanía delegada.

Es en mérito a esa visión que el vocablo “Poder” es aplicable a cabalidad al sistema de administración de justicia. Se perfiló así la función jurisdiccional con real independencia más allá de las presiones y abusos del poder público.

A partir de entonces no es discutida la teoría que enseña que el Poder Judicial, además de resolver en última instancia los litigios entre particulares y entre éstos y los sectores de la administración pública, es guardián de la Constitución Política del Estado como parte esencial de su naturaleza, y tiene en consecuencia la misión de fallar en relación con la validez de toda norma secundaria respecto a la Constitución, teniendo sus resoluciones en el primer caso efectos solamente para involucrados en el litigio concreto y en el segundo para todos los ciudadanos en general.

Desde 1995 el Poder Judicial consta de tres ramas: una, para litigios en general (hoy Tribunal Supremo de Justicia), otra, (Tribunal Constitucional) con misión de resolver asuntos sobre la inconstitucionalidad de leyes, decretos y resoluciones no judiciales, y otra, (Consejo de la Magistratura) con funciones en lo interno de orden administrativo y disciplinario.

Un ejemplo de confusión de rol en el desempeño de función de guardián de la Constitución fue dado por los actuales magistrados del Tribunal Constitucional, con excepción de uno de ellos, que consideraron legítima la reelección para cabeza del Poder Ejecutivo de la misma persona, consecutivamente, con destino a los periodos 2006-2011, 2011-2016 y 2016-2020, en clara infracción de la norma contenida en el artículo 168 de la Constitución Política del Estado que dispone que el periodo de mandato es de cinco años pudiendo el titular “ser reelecto por una sola vez de manera continua”.

En el ánimo general existente en sentido de que se consolide la democracia, constituye una exigencia insoslayable la designación de jueces constitucionales independientes y soberanos en sus facultades, que procuren el mantenimiento del orden constitucional por encima de toda presión, cualquiera que fuera su origen. Lamentablemente, se perciben señales que hacen temer una continuidad del régimen de sumisión del Poder Judicial al Poder Ejecutivo.

sábado, 27 de mayo de 2017

Los Tiempos se detiene en el tono conciliador de Moreno cuando asume la presidencia de Ecuador desechando el fanatismo de los "bolivarianos chavistas" de los que Evo es seguidor empedernido. las políticas de subsidios, bonos y construcción de obras. Ecuador pasa a ser un referente del "cambio real" en la región.


Un peculiar traspaso de mando

El tono conciliador adoptado por Moreno y su predisposición a abrir espacios de diálogo y concertación permiten alentar la esperanza de que Ecuador sea un buen referente para la región.

Una lectura atenta del proceso político que ha vivido Ecuador que ha concluido en la asunción de su nuevo mandatario, da pie a postular dos hipótesis no necesariamente contradictorias.

Una, que los ideólogos del proyecto político encabezado por el exmandatario Rafael Correa y que se alineó en la corriente del Socialismo al Siglo XXI, pese a todas sus características autoritarias, decidieron apostar más por el proyecto que por el caudillo, pues una racional lectura de la experiencia de los países adherentes al socialismo radical permite comprobar que, sin excepción, una decisión inversa (apostar al cacique y no al proyecto) conduce, irremediablemente, a que al final desaparezcan ambos.

Sin ser de ninguna manera el único, el proceso chavista en Venezuela muestra ese destino. La otra es que se haya optado por un recambio que, bien conducido, puede permitir el retorno del caudillo, pero reciclado. El problema con esta apuesta es que no siempre el delfín se mantiene leal al mentor. Ejemplos en la historia de la región y el mundo abundan en este sentido, aunque también hay importantes excepciones.

En ese contexto, la ascensión a la Presidencia de Ecuador de Lenin Moreno no sólo abre una nueva etapa en la historia de ese hermano país, que ha sido siempre solidario, sino que puede convertirse en un microcosmos del devenir de una propuesta alternativa como la que encarnó el exmandatario Rafael Correa.

Sin embargo, hay un factor diferenciador fundamental. Como en Venezuela y Bolivia, el exmandatario tuvo a su favor un extraordinario período de bonanza económica, que le permitió adoptar medidas redistribuidoras de alto impacto social. Ahora, ese período ha terminado (y en ese país, como en Venezuela y a diferencia de Bolivia, se siente con más rigor una caída de los índices económicos) y se han reducido drásticamente las posibilidades de mantener las políticas de subsidios, bonos y construcción de obras públicas que garantizaron las dos gestiones anteriores de Correa.

Es decir, en Ecuador, como en Bolivia (y ya no en Venezuela donde la camarilla militar-familiar que gobierna ese país se ha aplazado rotundamente) ha llegado el momento de gestionar países que vuelven a vivir las dificultades que se atravesaron en la región a partir de la apertura democrática de la década de los 80 del siglo pasado.

En ese contexto, se comprende el tono conciliador adoptado por el nuevo mandatario en su discurso inaugural que, por eso mismo, y así sea por eso solamente, se diferencia radicalmente de su predecesor. La necesidad de abrir espacios de diálogo y concertación para enfrentar los nuevos tiempos es un imperativo de gobernabilidad, comprensión inteligente de una nueva élite política que parece adecuarse a las nuevas condiciones que el mundo real presenta.

Otro factor que exige dejar de lado políticas de confrontación es que pese a las evidentes falencias del principal candidato de la oposición (entre otras, una similar actitud autoritaria), es que hubo una segunda vuelta electoral y en ésta la diferencia de votos fue reducida.

Así, una vez más Ecuador puede convertirse en un referente de las fuerzas políticas que atraviesan nuestra región.


miércoles, 24 de mayo de 2017

imita García Linera a los regímenes de derecha que por ganar votos pretendieron impulsar la mesa de muerte y/o la cadena perpetua, ahora el Vice masista hace exactamente igual y quiere "simpatir con los violentos" aún a sabiendas que ambas medidas no son racionales en el tiempo moderno. por otro lado la llamada "justicia comunitria" sigue siendo una quimera mal entendida.


Prisión perpetua

La propuesta del Vicepresidente no puede ser aceptada por quienes nos adherimos, sin ningún viso de oportunismo, a la defensa de los derechos humanos.

A contramano de los avances civilizatorios en defensa de los derechos humanos, pero de manera funcional a la búsqueda de apoyo ciudadano para, entre otros objetivos, prolongarse en el ejercicio del poder, el Vicepresidente del Estado ha instruido la elaboración de un proyecto de ley para reformar el parágrafo II del artículo 118 de la Constitución Política del Estado (CPE), que establece que la “máxima sanción penal será de 30 años de privación de libertad, sin derecho a indulto”, para agregar la pena de prisión perpetua a quienes violen a niños y estos pierdan la vida.

Además de ser una propuesta que obligaría al Estado boliviano a denunciar algunos tratados internacionales por los cuales el país se comprometió a no endurecer las sanciones previstas al suscribirlos, violenta toda concepción moderna de derecho penal y sólo responde a la constatación de que, ante la ineficiencia de las instituciones estatales, fundamentalmente la Policía y la administración de justicia, han reaparecido peligrosamente sentimientos atávicos de aplicar la justicia por mano propia.

Así lo demuestran los salvajes linchamientos sucedidos en los últimos meses, en los que la tortura y asesinato del presunto delincuente han sido convertidos en una especie de espectáculo público, incluyendo, además de gente adulta de ambos sexos, a niños.

Además, hay una generalizada, pero no por ello equivocada, percepción de que el rigor de las penas permitiría disminuir la comisión de delitos. Empero, la realidad muestra que no es así. En los últimos años se han reformado una serie de leyes penales endureciendo las sanciones sin que ello haya disminuido los índices de violencia. El ejemplo más estremecedor es el de la violencia doméstica, campo en el que el aumento de la comisión del delito y la reincidencia es permanente sin que el Estado pueda hacer cumplir la norma.
En ese escenario se esperaría que el papel de los estadistas, además de cumplir y hacer cumplir la CPE y las leyes, sea el de orientar a la gente hacia el sendero del desarrollo humano, uno de cuyos componentes fundamentales es la pacífica convivencia, el respeto pleno a los derechos humanos y entidades estatales que los garanticen, y no aprovechar sentimientos atávicos que, al contrario, los violentan, desestructurando lazos vitales de la sociedad.

Además, se debe recordar que esta política insana de endurecer penas responde a corrientes autoritarias, negadoras del libre arbitrio. No ha habido dictadura que no desee implantar la prisión perpetua o la pena de muerte, y en 2002, los candidatos de la entonces Acción Democrática Nacionalista (ADN) incluyeron esta última en su plan de gobierno creyendo que de esa manera obtendrían más votos.

Es sobre lo señalado que la propuesta del Vicepresidente del Estado no puede ser aceptada por quienes nos adherimos, sin ningún viso de oportunismo, a la defensa de los derechos humanos, cimiento fundamental para la construcción de una sociedad solidaria, democrática e inclusiva, para lo cual habrá que impulsar debates que ayuden a persuadir al segundo mandatario de hacerlo.


domingo, 21 de mayo de 2017

José Luis Baptista jurista reconocido en el foro nacional, sale por los fueros de la Justicia y hace ver los excesos en la masiva destitución de jueces a cargo del "Consejo de la Magistratura" autorizada para promover, la revocatoria del mandato con atribuciones, aunque proclama J.Luis que no puede haber enjuiciamiento legítimo sin derecho a revisión, establecido en el art. 180 de la CPE.


Destitución de jueces sin apelación

El buen funcionamiento de la justicia depende de los seres humanos y no de las leyes. Quienes recibieron el extraordinario poder de juzgar a sus semejantes deben ejercitar esa facultad con suma prudencia, ciencia, paciencia, conciencia y diligencia, pues,  por su condición de seres humanos,  corren riesgo de falibilidad.

La opinión predominante según la cual la administración de justicia está totalmente sometida al poder político y es corrupta, resulta  plenamente válida respecto a algunos de sus representantes ante el innegable avasallamiento a la cúpula del Poder Judicial por parte del Poder Ejecutivo.

Tal apreciación es sumamente injusta con referencia a  jueces de áreas en las que los gobernantes no encuentran interferencia, porque se olvida frecuentemente que sobreviven muchos jueces canonizables.

Con carácter de simples reacciones de encono ante motivado rechazo de pretensiones no justificadas, son perceptibles denuncias que contra jueces y magistrados hacen algunos litigantes ante el órgano encargado del control disciplinario de los funcionarios judiciales. 

Hace poco, autoridades del Consejo de la Magistratura destituyeron de sus funciones a aproximadamente ochenta jueces de los distintos Distritos Judiciales, actuando así en ejercicio de las atribuciones de orden correctivo que les otorga la ley respectiva en relación a la labor de quienes tienen potestad para administrar justicia.

En la fase inicial de la República estuvo normado que los jueces se desempeñen  en sus cargos con carácter vitalicio, en mérito a la declaración que señaló que “durarán los magistrados y jueces tanto cuanto duraren sus buenos servicios”. En 1826 la Constitución Política del Estado declaró que los magistrados y jueces son responsables personalmente, y la de 1843 señaló que los funcionarios judiciales “no pueden ser depuestos sino por causa sentenciada conforme a las leyes”.

A fines del siglo XX la CPE creó una entidad denominada “Consejo de la Judicatura” con poder disciplinario sobre vocales, jueces y funcionarios judiciales. Tal atribución implicaba facultad de denuncia ante el Ministerio Público para fines de proceso penal y consiguiente deposición por condena debido a comisión comprobada de actos delictivos, manteniendo el criterio de despidos solamente en virtud de sentencia ejecutoriada en mérito al principio de presunción de inocencia.

No puede haber enjuiciamiento legítimo sin derecho a revisión. Desde épocas remotas se reconoció a los procesados la facultad de acudir a otro juez o tribunal para solicitar revisión de sentencias apreciadas como agravio. Ese precepto se encuentra establecido en la actual CPE en el numeral II del artículo 180 que dice: “Se garantiza el principio de impugnación en los procesos judiciales”, que coincide con lo expuesto en el Código de Procedimiento Penal.

Contrariando esa regla, dicha Constitución sustituyó al anterior órgano disciplinario por otro denominado “Consejo de la Magistratura”, al que otorgó autoridad para  promover, sin derecho a apelación, la revocatoria de mandato de magistrados del Poder Judicial y disponer la cesación de  funciones correspondientes a los cargos de vocales, jueces y personal auxiliar y administrativo cuando en el ejercicio de sus funciones cometan faltas gravísimas.
 El autor es abogado.


miércoles, 17 de mayo de 2017

el verbo está de moda. es el proceso terminal del latrocinio que se repitió en Argentina y Uruguay y que afecta hoy a Venezuela, descripción acertada de Karen cuando se refiere a ese "momento culmen" del asalto al poder, en medio de la violencia, la sangre y la muerte y que no les deja otra escapatoria "el eschats" el descubierto ostentando bienes y lujos, pero sin abandonar el poder, las armas, sus instrumentos de represión como son el hambre y la falta de todo incluyendo medicamentos para sobrevivir.


LA HORA DEL ESCRACHE

El término "escrachar" antes usado y conocido casi exclusivamente en Uruguay y Argentina, se ha puesto a disposición de todos los latinoamericanos, sobre todo en aquellos  países donde la corrupción, la coartada libertad de expresión y actitudes totalitarias  que usan ciertos gobiernos para amedrentar  tales como la judicialización de todo tipo de iniciativa de oposición a determinadas políticas gubernamentales, ha generalizado el término y activado su utilización.

La necesidad de una censura social hacia ciertos individuos  - cuyo poder emana de la política- hace que la impotencia cobre impulso y encuentre salida en manifestaciones populares  de repudio no -ortodoxas. La moral y los principios éticos parecieran haber pasado de moda. Antes, los pillos hacían de todo para permanecer en el anonimato y se abstenían de hacer ostentación de sus riquezas recientemente adquiridas.  Pero juntamente a la era de la desfachatez, ha llegado la era de la necesaria confrontación pública y escandalosa.

Desde hace un par de semanas, las víctimas de "escrache" en diversos lugares públicos o en la puerta de sus casas para que todo el vecindario se entere, ha llegado para catarsis de miles de venezolanos que evidencian a estas horas, que la corrupción y el latrocinio del chavismo en manos de Maduro  -el abominable sucesor de Chávez-, está haciendo alarde de los fondos saqueados al pueblo venezolano por casi dos décadas, en importantes ciudades llenas de lujo y glamur. Sea Madrid, Miami o París, siniestros personajes se pavonean luciendo lujos recién adquiridos mientras en la tierra de Bolívar, están matando por decenas a jóvenes que gritan basta al descalabro mientras otras decenas de enfermos y niños, también están muriendo pero por criminal falta de medicamentos.

Venezuela ha tardado mucho en reaccionar, cuando la situación casi ha llegado al borde de una guerra civil. Es comprensible considerando que para ser uno de los países más ricos del mundo, era inconcebible que llegara donde está. Los venezolanos no tenían en su memoria, situaciones ni siquiera aproximadas. Pensar que estarían escarbando la basura de los protegidos del régimen, tratando de encontrar algún residuo que saciara su hambre, es de verdad un cuadro que no cabía en el imaginario colectivo. es más fácil ser pobre y acostumbrarse a la riqueza que al revés.

Miles son los ciudadanos que en una especie de diáspora del Siglo XXI, se han visto obligados a migrar, la mayoría de ellos a países vecinos como Colombia o Brasil, escapando de lo que no pueden asimilar. Todo el discurso socialista revolucionario, sólo ha traído tragedia, pobreza y desesperación. Encima, para los venezolanos agraciados geográficamente en el paraíso conocido como Caribe, siempre han hecho gala de liviandad de ánimo, de risas despreocupadas y alegría de vivir, ayudados además por  el clima tropical, la cercanía del mar y la vegetación lujuriante, era pues inimaginable una pesadilla de estas dimensiones.

El petróleo ha brotado por doquier en Venezuela.  Muchos países han sobrevivido con esa riqueza. Y los dólares han caído por siempre como una catarata imparable de recursos para su bienestar. Dubái es en estos momentos, la expresión más precisa de lo que hace la ingente riqueza bien administrada. Porque la plata llama a la plata.

Es claro que son muchas las enseñanzas que está dejando el drama venezolano. Nadie  se debe recostar en una fuente exclusiva de ingresos y menos dormirse en los laureles. Por supuesto que la capacidad destructiva de toda la actividad industrial estatal más los emprendimientos  privados que al final son los generadores de riqueza que ha liquidado la mal llamada revolución bolivariana,  debe ser un caso único en el mundo.  Pero hay que detenerse a pensar que experimentar en un país con ingresos mucho menores -como es el caso de Bolivia- , la urgencia de activar alertas se hace indispensable.

En nombre de un socialismo trasnochado y caduco, aceptar que el estado sea el administrador de vidas y haciendas privadas, es lo más cercano a un suicidio colectivo. Todo eso, sumado a una perversidad enfocada en la aniquilación de emprendimientos basados en el riesgo de inversión y esforzado trabajo, es lo que puede con facilidad, transformar una sociedad estable y que debería igualar a todos hacia arriba, en una verdadera catástrofe.

Los grupos interesados pueden a la larga convertirse en los verdaderos enemigos de un gobierno al momento de pretender hacer un alto para no terminar de desbarrancar. Los intereses de estos grupos, adictos a las mieles del poder,  es probable que terminen por tomar de rehén, en este caso al caudillo, pues está en juego su supervivencia. El miedo a perder la impunidad y enfrentar a la ineludible interpelación de la sociedad, hace que no se le permita dar un solo paso atrás. Y esta parece ser la situación actual de Nicolás Maduro. Por muy listo que esté su equipaje para irse, por ejemplo, de asilado a Panamá, hay cientos de interesados en dejarle saber que solo, jamás. Deberá ir con ellos hasta el final.

Karen Arauz

 

martes, 16 de mayo de 2017

antes de ceder piedra libre a Iván y su sapiencia, un previus con las declaraciones de la Embajadora de Venezuela, entrevistada a sus anchas y mangas por el inefable Iturri. "que los opositores son apenas el 2%" insiste una y otra vez. "pero son agresivos y bien articulados", el entrevistador no es capaz de mencionar muertos, heridos, detenidos, exiliados, que ese "2x100" es imaginario y que la sangre es la sangre más aún si se trata de jóvenes y mujeres asesinados vilmente, para Iturri,, no tiene ningún valor, qué clase de "comunicador tenemos a sueldo"?


Venezuela: Hacia allá vamos…


Iván Arias Durán


Alberto Barrera (Caracas, 1960) escribió Patria o muerte (2014), un libro que reúne historias con un lazo común: la destrucción de una sociedad. Luis Condori (La República, 2015) le hizo una entrevista en profundidad, en la que el autor venezolano habla sobre el Socialismo del Siglo XXI y señala que el mismo “es una ficción petrolera. Hugo Chávez, como gobernante, no hubiera podido existir en Guatemala o en Paraguay. Su retórica de izquierda setentosa, su política populista, sólo puede funcionar si el barril está a más de 100 dólares. La autoproclamada “revolución bolivariana”, el Socialismo del siglo XXI, ya fracasó. Sólo fue otro lujo de un Estado petrolero”.

Barrera es claro al señalar que “Chávez tiene una enorme responsabilidad en lo que ocurre ahora en Venezuela. Chávez apareció y resucitó dos tradiciones terribles de nuestra historia: el militarismo y el sueño petrolero. A eso habría que agregarle su propia personalidad, su mesianismo.

Actualmente, más de 45 días de continuas manifestaciones populares y el régimen chavista, encabezado por Maduro, ha optado por la represión y la descabellada idea de convocar a una Asamblea Constituyente como fórmula para, dicen, salir de la crisis. Esto no lo apoya el pueblo, pero, cual caballo cochero, Maduro y sus acólitos están empecinados en instalar una asamblea constituyente con representantes sociales, políticos y empresariales que ellos elegirán. La idea es cerrar el actual Parlamento de mayoría opositora y que, mientras duren las sesiones de la constituyente, no se puede convocar a elecciones ni se puede cambiar Gobierno. Como se verá, el objetivo es quedarse en el poder a como dé lugar por dos o cinco años que duren las sesiones de la Asamblea Constituyente.

Cuando se conformó el Foro de Sao Paulo (1990), el objetivo de los entonces marginales izquierdistas latinoamericanos fue prepararse para tomar el poder vía elecciones. Fidel Castro les advirtió y empujó: “Los revolucionarios sólo vamos a elecciones si vamos a ganar y, en América Latina se abre un ciclo donde podemos acceder al poder mediante el voto y debemos prepararnos, y aprovecharlos”.

Por ello, los bolivianos debemos estar conscientes que aquí, el régimen seguirá esa ruta y, por ello, ya está barajando las posibilidades para entornillarse en el poder sin someterse al voto popular porque saben que en una justa electoral no llevan las de ganar. Desde el centro de poder cubano, donde está de embajador Juan Ramón Quintana, se están elaborando dos opciones. Una, es la idea del enarbolar la reconquista del “mandato constituyente originario”, bajo el precepto que la Asamblea Constituyente de Sucre, en la que se establecía la reelección indefinida y vitalicia del Presidente y Vicepresidente, es la originaria y no derivada. Es decir, que lo que hizo después de Sucre (2008) en Oruro y La Paz, no “respetaron el mandato originario y los derivaron a acuerdos que distorsionaron el mandato del pueblo”.

La segunda idea que están barajando los estrategas caribeños y andinos se refiere a la necesidad de abrir la actual CPE para modificarla en varios aspectos de forma y fondo. Esta idea la posicionarían en el ideario colectivo después del previsible fracaso de las elecciones judiciales de octubre de este año. El “brillante” planteamiento señalará que la actual CPE reconoce tres tipos de democracia: la representativa, la participativa y la comunitaria. Actualmente la representativa ya está electa en el Parlamento, por lo que no sería necesario elegirlos de nuevo, y simplemente se autoconvocaría, por mandato popular, a constituyentes.

A esta democracia se le debe sumar los representantes de la democracia participativa (expresada en los movimientos sociales que son la base del proceso de cambio) y de la originaria (expresada en la organizaciones campesinas, indígenas, y originarias controladas por el MAS). Los 150 delegados participativos los elegirían los movimientos sociales según sus usos y costumbres al igual que los 100 delegados de los IOC.

De esta manera, en 2019 se instalaría la Asamblea Constituyente con más de 400 miembros para hacer los cambios. Mientras se diseñe el “nuevo país” no se puede ir a ningún proceso electoral y todos los cargos elegidos en 2015 Presidente, Vicepresidente, diputados y senadores, convertidos en constituyentes, gobernadores, concejales y alcaldes se mantendrían en sus cargos durante los dos o cinco años que duren las sesiones de la Asamblea Constituyente.

Alerta Bolivia porque el espejo roto de Venezuela devela la ruta de los socialistas del siglo XXI que no están dispuestos a dejar el poder.

lunes, 15 de mayo de 2017

cuesta un poco entender este último mensaje del gran comunicador Carlos Mesa, se refiere quizá a la recuperación de "la democracia por los años 80 con Siles a la cabeza" aunque no incide en lo que está pasando hoy día. no se entiende este silencio, quizá porque vendrán notas posteriores...por ahora queda la nebulosa y una gris referencia a mejores dias...esperemos qué viene.


Recordando un momento estelar

Igual que entre 1810 y 1830, la región logró como bloque una meta entre 1978 y 1990 que merece ser grabada con letras de molde en la historia colectiva de la sociedad humana. Hoy, más que nunca, es necesario recordarlo para entender que en tiempos de desazón, es imprescindible no perder la perspectiva de las cosas.

Los dramáticos e inciertos días que vive Venezuela, el escándalo Odebrecht, la incertidumbre de la transición ideológica en muchas naciones, el evidente autoritarismo y culto a la personalidad en algunos Gobiernos, el descrédito de los partidos, provocan en la población latinoamericana una comprensible sensación de desencanto, de falta de fe en personas e instituciones que se hace extensiva al sistema. La democracia como forma de vida de nuestras sociedades se pone en duda, casi se asume como un sinónimo de corrupción y uso de la política en beneficio directo de los políticos. Es que América Latina tiene ya una generación entera de jóvenes menores de 35 años que han nacido en democracia y han vivido siempre en democracia. La democracia es un hecho dado, es la única forma política que conocen… no tienen parámetros de comparación, lo que le da sentido a la profundidad de sus críticas y fuerza a su escepticismo.

Recordemos que nuestra región ha hecho, como no podía ser de otra manera, que la guerra de independencia que nos liberó del imperio español sea considerada como una gesta que transformó nuestra historia. Hechos, personajes, momentos de ese proceso de principios del siglo XIX, son hoy hitos inexcusables de la historia, próceres que sirven de modelo de comportamiento y símbolos que vemos erigidos en calles y plazas desde México hasta Argentina.
La reconquista o conquista a secas de la democracia en nuestra América se produjo, salvo contadas excepciones, al finalizar los años 70 del siglo pasado y duró algo más de una década. En ese periodo logramos la hazaña real, que en otras regiones se bautizó como primavera democrática, de que prácticamente la totalidad de la veintena de países que llevan el denominativo de latinoamericanos, comenzara a vivir en democracia. Más de 30 años después, ese modelo político sigue vigente y, más que eso, cuando ha enfrentado crisis dramáticas (Bolivia la vivió con mucho rigor) en todos los casos esas crisis fueron resueltas siguiendo los mecanismos democráticos establecidos por nuestras respectivas normas, sea por nuestros propios medios o con la mediación de países de la región u organismos multilaterales.

Esa tarea que en algunos casos terminó no sólo con secantes dictaduras militares sino con acciones brutales como el proceso argentino, o guerras que desangraron a países como Guatemala y El Salvador, fueron producto de una decisión clara y de acciones heroicas. La lucha por la libertad, por la paz, por el Estado de derecho, por la recuperación de la soberanía popular y la posibilidad de decir libremente lo que pensábamos, fue larga y muchas veces sangrienta. La base popular, los líderes políticos y sindicales, pero sobre todo los jóvenes, se jugaron por ese ideal.

No sé si es posible comparar esta etapa con la independencia, pero sí sé que hoy esos acontecimientos que se produjeron a lo largo y ancho de América, están infravalorados, no tienen el lugar estelar que les corresponde en nuestra historia. El fragor de la lucha ideológica, la mezquindad y la participación todavía activa de muchos de sus protagonistas, no contribuye a lo que debiera ser un imperativo, colocar ese momento como uno de los mayores éxitos de América latina en su historia, sin remilgos, sin mala conciencia, con generosidad.

Los jóvenes de hoy que viven en democracia y en libertad, con todos los problemas ya mencionados y que, obviamente, exigen no sólo correcciones sin acciones concretas para cambiar el rumbo equivocado de élites de poder que han usufructuado abusivamente de ciertos privilegios otorgados irónicamente por el voto popular, deben conocer los hechos, valorarlos, saber que la libertad se ganó frente a dictaduras secantes, la palabra se recuperó luchando, los derechos se asentaron en la aplicación de constituciones que habían sido secuestradas por los poderosos de entonces, la mayoría respaldados por las bayonetas y los uniformes.

Es tiempo de que en la educación cívica, la de ciencias sociales, se incorpore esa conquista como un referente tan importante como aquellos otros acontecimientos que marcan un antes y un después, pero no sólo con relación a Bolivia, sino como parte de un todo. Que seamos conscientes de que el país no se mueve aislado y descolgado de la nada, sino que, igual que a lo largo de todo nuestro pasado, los hechos que nos tocó vivir estuvieron siempre relacionados con las sociedades de otras culturas, de otras naciones que forman parte de un todo al que hemos bautizado como América Latina.

México, Costa Rica, Colombia y Venezuela (hoy asediada por el autoritarismo) son los cuatro países que, con diferentes características, experimentaron procesos democráticos de larga duración anteriores a 1979. Cuba vivió desde su revolución de 1959 un desarrollo político que fue por una ruta totalmente distinta al de la democracia política de raíz liberal. Los otros 15 países, en cambio, tuvimos que esperar hasta 1979 cuando Ecuador inició la saga irreversible de retorno a la democracia después de la dictadura, que culminaron en 1990 Panamá y Chile. Fue un periodo preñado de esperanza, de héroes colectivos y figuras políticas de talla que merecen un reconocimiento que no hemos hecho en la adecuada dimensión.

Igual que entre 1810 y 1830, la región logró como bloque una meta entre 1978 y 1990 que merece ser grabada con letras de molde en la historia colectiva de la sociedad humana. Hoy, más que nunca, es necesario recordarlo para entender que en tiempos de desazón, es imprescindible no perder la perspectiva de las cosas.
El autor fue presidente de la República
Twitter: @carlosdmesag 

domingo, 14 de mayo de 2017

qué hay del pedido a Francisco de un niño que tiene en la cárcel a su padre sin acusación ni sentencia? recuerda El Deber cuando menciona que Evo le pide al mismo Francisco por la libertad de 9 bolivianos detenidos en una cárcel por contrabando y otros delitos cometidos dentro del territorio de Chile. Valiente El Deber que se atreve a reclamar justicia por 15 mil detenidos sin sentencia judicial en las prisiones por ausencia de Justicia, justamente.


Privados de libertad

EL DEBER |                       

En medio de la escalada de tensiones con Chile, el presidente Evo Morales ha enviado una carta al papa Francisco solicitándole que interceda para que los nueve ciudadanos bolivianos detenidos preventivamente en el vecino país, tras un confuso incidente fronterizo, recuperen su libertad de la que están privados desde el 22 de marzo.

Morales también ha pedido que un delegado de la Santa Sede verifique las condiciones en que nuestros compatriotas guardan detención en el penal de Alto Hospicio, en la ciudad de Iquique, para que sus derechos sean reconocidos. La solicitud elevada al pontífice es una de las diversas acciones emprendidas por el Gobierno para obtener la liberación de los funcionarios en cuestión. A la vez, un equipo jurídico les presta asistencia y el propio ministro de Justicia, Héctor Arce, afina la estrategia legal para la audiencia fijada para el 25 de mayo. Arce dijo que el caso quedará grabado en la “infamia de la injusticia”.

Cabe recordar que durante su visita a Bolivia en 2015, el papa recibió una conmovedora carta escrita por un niño que le pedía que hiciera regresar al lado suyo a su padre, preso en la cárcel de Palmasola desde hace más de un lustro, acusado por un supuesto caso de terrorismo.

Desde entonces, el chico sigue esperando por un milagro que haga posible la vuelta a casa de su progenitor porque la justicia en Bolivia no funciona, peor aún, en su nombre se cometen graves arbitrariedades contra los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el privarlos de libertad. Es una contradicción grosera que esto ocurra en un Estado de Derecho como el que es proclamado en Bolivia, donde, de ser así, ni una sola persona, cualquiera sea la falta que se le impute, puede ni debe sentir violentados sus derechos básicos.

Por consiguiente, nos solidarizamos plenamente con los nueve bolivianos encarcelados en Chile y ojalá que pronto sean liberados y puedan regresar junto a los suyos. El mismo sentimiento solidario despierta la suerte de más de 15.000 ciudadanos presos sin sentencia que, con sus más elementales derechos vulnerados, soportan un duro calvario en condiciones infrahumanas en las hacinadas cárceles bolivianas, convertidas en bombas de tiempo.

Ya no es posible seguir ignorando este drama que lacera el alma humana. Quienes tienen la sartén por el mango deben disponer las medidas que conduzcan a la prevalencia de la justicia, eliminando, de todos los casos, la “infamia de la injusticia”, al decir del ministro Arce. Será una forma de lograr la ansiada pacificación de los espíritus. 

jueves, 11 de mayo de 2017

se refiere Olmos a la batuta del genial director de la filarmónica de Los Angeles, Gustavo Dudamel que indignado por los asesinatos en Caracas alzó su batuta condenando al Régimen de Maduro. la de Dudamel es una más de las voces indignadas que se alzan en el mundo entero ante el baño de sangre en Venezuela. Harold conoce bien el tema, trabajó allí como corresponsal mucho tiempo.


La batuta se indigna

Harold Olmos

El chasquido de los gases lacrimógenos disparados por la Guardia Nacional Venezolana sobre los manifestantes que acosan a su régimen fue insuficiente el 4 de mayo para sofocar la voz de quien hasta poco antes había evitado, a pesar de los reclamos de muchos de sus compatriotas, abordar de frente el terremoto político y económico que cunde en su país. Gustavo Adolfo Dudamel Ramírez, el genial director de orquesta a cargo de la filarmónica de Los Ángeles, en California, apuntó indignado la batuta hacia el régimen militar socialista de Nicolás Maduro y en su página web declaró: “Levanto mi voz contra la violencia y la represión. Nada puede justificar el derramamiento de sangre. Ya basta de desatender el justo clamor de un pueblo sofocado por una intolerable crisis”.

El día anterior había muerto de un tiro en la cabeza el joven de 17 años Armando Cañizales, del sistema de orquestas que Dudamel había ayudado a organizar en Venezuela y del cual han surgido decenas de jóvenes artistas. En la descripción refinada del ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, el joven talento murió en Caracas alcanzado por “una esfera metálica cromada de 8 milímetros” durante la marcha opositora del 3 de mayo, una de las tantas que estremecen a Venezuela desde hace más de un mes, con una cuenta mortífera hoy cercana a 40 víctimas.

Fue demasiado para el director que comandó una de las mejores interpretaciones polifónicas de “Caballo Viejo”, del compositor hace pocos años fallecido Simón Díaz, una especie de himno nacional venezolano que desde hace medio siglo se canta en toda América Latina. Dudamel apuntó al régimen a cargo de su país, que ha sido pródigo al abrir la billetera para apoyar algunos proyectos artísticos que, de paso y mientras hubo abundancia, le ayudaban a ensayar un rostro diferente al que está acostumbrado el venezolano corriente. Con el peso de la reverencia de los artistas en Venezuela y el respeto que el mundo le confiere, es posible que Dudamel haya escrito la recriminación más sentida recibida por el heredero de Hugo Chávez.

Cañizales fue enterrado al mediodía arrullado en las notas tristes de violas y flauta dulce de sus compañeros de la orquesta sinfónica juvenil de la que era parte, en medio de la congoja que colmaba el Cementerio del Este caraqueño. Con solemnidad impresionante, más de 50 de sus colegas tocaron el segundo movimiento de la séptima sinfonía de Beethoven. Las notas llegaron a las fibras de los cientos de presentes en la ceremonia y, por lo que se pudo ver en la TV, eran muy pocos los ojos secos ante un precepto que algunos líderes no captan o no entienden: Nada vale una vida.

Dudamel no es el único entre figuras populares que ha alzado la voz contra el régimen venezolano. Son cada vez más frecuentes los desencantos de personajes que bajan el pulgar junto con las multitudes que llenan avenidas, muchos angustiados por el horror de no saber qué comerán al día siguiente. La semana pasada, jugadores venezolanos afamados de las grandes ligas de béisbol protestaron contra la represión policial y también le reclamaron democracia para su país. El presidente venezolano puede ostentar con holgura el título de mandatario más repudiado, por lo menos en el hemisferio. Por temor al repudio generalizado, sus escasos aliados del Socialismo del Siglo XXI se refieren cada vez menos a las tribulaciones con final al parecer inevitable que ahogan a Maduro.
El repudio lo sienten los representantes venezolanos. Hace unos días, un diplomático venezolano fue hostigado por una mujer en un supermercado suizo. Le gritaba “ladrón”, “corrupto” y otros epítetos de calibre. Para disimular la ira y el rubor que lo embargaban, el diplomático pretendió con sonrisas forzadas que la mujer le hacía gestos amistosos. No logró aplacar a su interpelante y acabó escabulléndose del lugar. Peor suerte tuvo el Defensor del Pueblo Tarek William Saab, quien en Líbano soportó la incomodidad de ver interrumpida la conferencia que dictaba sobre derechos humanos. Dos mujeres aparecieron de repente en primera fila y una de ellas se envolvió con una bandera con los colores venezolanos y a voz en cuello le gritó “¡mi pueblo se muere! ¡Los están matando! ¿Dónde están los derechos humanos?”. Su compañera filmaba el video que poco después corrió por el mundo.

Tarek William Saab venía de una situación embarazosa. En Venezuela su hijo Yibram Saab había difundido un video en su cuenta de Internet condenando la represión policial-militar hacia los manifestantes que reclaman libertades y elecciones generales. El funcionario declaró que su hijo era libre de opinar y que él lo amaba. Pero el amor filial así explicitado no impidió un nuevo tweet de su hijo con el mismo pedido.

Con todo el poder que representa, el Ministro de la Defensa, Gral. Vladimir Padrino López se vio frente al pedido embarazoso de dos primos hermanos para que reflexione sobre su papel como comandante de las Fuerzas Armadas. Su primo Ernesto Padrino le dijo que hay venezolanos que mueren de hambre y gente escarba en la basura en busca de desperdicios. Su prima Carolina Padrina se atrevió más y le dijo que era una burla que el presidente Maduro saliese a bailar en momentos en que había manifestaciones en la calle. “Es una burla… no estamos para bailar”, le dijo por escrito.

Cuánto tiempo podrá el régimen soportar estas presiones, era en estos días de mayo una cuestión cuya respuesta todos querrían saber. Una unanimidad era que no habría que esperar mucho y que pronto podrían ocurrir defecciones en el régimen.

martes, 9 de mayo de 2017

todavía el nepotismo se puede denunciar, sin dejar de provocar escándalo que los "poderosos acomoden a su gente" y luego digan que en ello no hay nada de malo y en qué queda la decencia? recordar que el MAR lanzaba denuestros a los gobiernos pasados...en su caso propio dicen "no es pecado que nuestra familia trabaje" en puestos del Estado. en qué quedamos por fin?

El uso de los espacios de empleo en el Estado para satisfacer necesidades familiares no es, de ninguna manera, nuevo. A lo largo de la historia universal es una constante mala práctica que, pese a ser penalizada, se agrava en países como el nuestro donde hay una especie de “adicción” al empleo estatal.

Pero, no por ser una mala práctica constante hay que seguir utilizándola. Más aún si los principales dirigentes del MAS se convirtieron en duros interpeladores de los Gobiernos que los precedieron y aseguraban que no iban a reproducir esos hechos cuando llegasen al Gobierno, y es posible creer que muchos ciudadanos votaron por este partido por promesas como ésta.

Para peor, las explicaciones que algunas de las autoridades dan por tener parientes en el Estado son bochornosas, y no hacen más que confirmar la primacía de la relación familiar antes que el mérito e incluso, en algunos casos, “la lealtad militante” que es otro requisito muy importante para acceder a un empleo en el Estado, y que en la gestión del MAS se ha privilegiado en forma permanente, sin recaudo alguno.

Sin embargo, la dura realidad es que entre nepotismo, ejercicio de influencias y militancia, quienes ingresan al aparato estatal van conformando una burocracia sólidamente cohesionada que, con el tiempo, trasciende parentesco y filiación partidaria, y se va auto convenciendo que sus componentes están ahí por sus propios méritos. Y cuando sobreviene el cambio de Gobierno, se encuentran entre los que más reclaman por reales o presuntas “masacres blancas”.

Lo bueno, en democracia, es que se puede develar estos actos. En dictaduras, como también muestra la historia, no se lo puede hacer hasta que se abren resquicios de libertad.

domingo, 7 de mayo de 2017

87% cayó la utilidad en las empresas del Estado. Argentina comprará gas a Chile. el convenio con Brasil será con precios más bajos y por volúmenes menores, forjar la competitividad para mejorar el rendimiento. al parecer nuevos y muy dfíciles retos en el orden financiero.


De cara al mundo

El viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Jaime Durán Chuquimia, informó que la utilidad de las empresas estatales cayó un 87% entre 2014 y 2016. Y ahora se suma el anuncio de Argentina de que en este invierno confiará más en comprar gas natural licuado procedente de Chile que en el gas boliviano, además de que no avanzará en el proyecto de compra de energía eléctrica boliviana. Y el anuncio de Brasil de que el nuevo contrato de compra de gas será en condiciones diferentes, con precios más bajos y por volúmenes menores, pues en 2021 comenzará a producir el yacimiento pre-sal, en el océano Atlántico, unos 15 millones m3/d. Es probable que el Gobierno tome los recaudos necesarios para encarar esta desaceleración de las empresas estatales retratada por el viceministro para identificar las causas, diferentes de los precios internacionales.
En medio de este panorama incierto, el nuevo presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Reynaldo Díaz Salek, propuso “forjar la competitividad sistémica del país, algo imposible de lograr sin una voluntariosa sinergia público-privada que permita mejorar el rendimiento de los factores productivos”. Este profesional está convencido de que el comercio exterior puede ser un instrumento para el desarrollo de la población, por lo que anuncia que trabajará para disminuir las trabas a la exportación, “sabiendo que un dólar ganado por exportación es un dólar ahorrado en importación”. Se trata de otra voz que clama por que se levanten las barreras que frenan las exportaciones, en una política de libertad de comercio como la que se aplica en Argentina desde hace un año y pocos meses y que ha provocado que se creen nuevos empleos.

Díaz Salek dice que el IBCE trabajará para recuperar el mercado interno para los productos nacionales, misión que piensa realizar apoyando a la Aduana Nacional para que cumpla sus funciones, con lo que se logrará frenar las importaciones ilegales y, por otro lado, alentar las exportaciones. Asegura que buscará que en el país se aplique la biotecnología para lograr la soberanía alimentaria y convertir a Bolivia en un país agroexportador. Una propuesta interesante que el Gobierno debería tomar en cuenta para enfrentar la desaceleración económica, que amenaza con una parálisis generalizada.

Mientras el sector formal de la economía se encoge por efecto de la presión tributaria y el contrabando, el país espera nuevas ideas para progresar, preferiblemente ajenas a la explotación de recursos naturales no renovables. 


sábado, 6 de mayo de 2017

aplaudir que sea Alvaro Puente, lejos de la sospecha de ser neoliberal o del bando opositor, quién sin pelos en la lengua diga lo que pasa con Evo Morales que "casi con lágrimas en los ojos" firma el DS de aumento salarial" a sabiendas de su inconveniencia y de la voluntad del Estado. "la COB le rompió el brazo y se doblegó porque no quiere resistir la batalla en las calles y en definitiva "jode al empresariado" con una carga impensada y brutal retroactiva en 4 meses. no hubo mayor muestra de la debilidad masista.


El detalle que faltaba

Es un tétrico cuadro. El presidente, rodeado de ministros y dirigentes cobistas, firma un documento. Lo convierte en su decreto. En el momento de máxima solemnidad levanta la mirada y asegura que no es responsable de lo que acaba de firmar. Cada año firmó alegres decretos de alzas salariales. Ahora ha palpado el fracaso y se resiste. Casi con lágrimas confiesa que no quiere firmar. Pero ha firmado. Sabe que es responsable y levanta el rostro pidiendo auxilio. Pareciera que pide ayuda porque lo tienen secuestrado. Pero está secuestrado solo por su debilidad.

Un decreto del presidente, con su firma, es un acto de absoluta responsabilidad del presidente. Es una decisión presidencial. No se vio ni por un momento una pistola en su frente. Es un acto libre. Lamentable, pero libre. Él es el primero en darle valor, cuando inmediatamente saca del decreto a los empleados de las empresas del Estado. Pero libremente ha empujado a las empresas privadas al precipicio. Puede darle pena, pero es suyo el empujón. La única manera de librarse de la responsabilidad era no firmar.

No sé si usted sabe de algún presidente que hubiera confesado que ordenó lo que sabía que no debía ordenar. Debe ser el primero que dice públicamente que ha decretado lo que sabe que hace daño, lo que sabe que destruye, que hunde. Bien por la sinceridad, pero con esa confesión ya no es posible que nunca más se ofrezca para gobernar. Se ha declarado incapaz de tomar decisiones y de resistir presiones. El país debe comprender el duro trance que atraviesa su presidente. El que siempre hizo gala de que no aceptaba órdenes de nadie, el que siempre se mostró por encima de los que intentaban exigirle ni la más mínima decisión, confiesa públicamente su debilidad. Pasó 10 años mimando al Ejército para protegerse de un golpe de Estado, pero no tiene defensa contra los golpes bajos. No lo tumbaron, lo bajaron al nivel de obediencia y no encontró de qué agarrarse. El que dobló el brazo a la DEA y a la embajada estadounidense, el que humilla hasta a sus más cercanos colaboradores, se confiesa derrotado y vencido.

Al dolor del presidente se suma la herida hecha a Bolivia. El decreto destruye más que lo construido en los 10 años de gobierno. Ya no hay dinero en la calle. La economía está herida. Se gasta por persona la mitad que hace cuatro años y a las empresas que resisten al límite de sus fuerzas, les lanza una carga insoportable. Por eso la rebeldía presidencial. Sabe que ha firmado más hambre y más pobreza.


miércoles, 3 de mayo de 2017

aunque hace pocas horas el Presidente Ramos del Banco Central confirmó la entrega de casi 200 millones de dólares de Bolivia a El Salvador, el cuestionamiento de Oscar Ortiz es válido, porqué, bajo qué circunstancias y con cuáles garantías se hizo esa cuantiosa entrega. cómo sabe el BCB que ese dinero no se perderá irremesiblemente siendo que El Salvador está con su economía quebrada?


Banco Central de Bolivia admite que compró letras por $us191 millones a un país en “default”

            
El senador opositor Óscar Ortiz anuncia medidas legales contra el Gobierno boliviano. Ortiz aseguró que con esta adquisición de Letes salvadoreños, el Banco Central incumplió su propio reglamento de inversión de las reservas internacionales, que le exige utilizar estos recursos solamente en entidades que tengan una calificación de “A” en su capacidad de pago de deudas, pero El Salvador sólo llega a “B”.

BCB confirma que compró letras por $us191 millones a un país en “default”

Senador Óscar Ortiz presentó el informe del BCB. Foto: ERBOL.
El Banco Central de Bolivia (BCB) confirmó mediante un informe que adquirió Letras del Tesoro (Letes) de El Salvador por más de 190 millones de dólares. El senador opositor Óscar Ortiz anunció que iniciará medidas legales, puesto que a su criterio se están arriesgando los recursos bolivianos con esa inversión en un país que fue declarado en “default” por impago de deudas.

El presidente del BCB, Pablo Ramos, remitió estos datos en un informe que fue enviado a Ortiz. En dicho documento se señala que el Banco Central se inscribió en la Bolsa de Valores de El Salvador para comprar los Letes y que en el año 2016 se hicieron tres operaciones: dos el 7 de diciembre por 48,8 millones y 48,1 millones de dólares, respectivamente, y la tercera el 14 diciembre por 94,3 millones de dólares, haciendo un total de 191,2 millones.

En el informe del BCB se afirma también que estas inversiones fueron autorizadas por el Directorio de esta entidad y que las mismas se financiaron con recursos de las reservas internacionales bolivianas.
El senador Ortiz aseguró que con esta adquisición de Letes salvadoreños, el Banco Central incumplió su propio reglamento de inversión de las reservas internacionales, que le exige utilizar estos recursos solamente que entidades que tengan una calificación de “A” en su capacidad de pago de deudas, pero El Salvador sólo llega a “B”.

El opositor también advirtió que Bolivia está en riesgo de perder estos recursos invertidos en El Salvador, que recientemente fue declarado en “default”. En abril, se conoció que la calificadora Standard and Poor’s situó al país centroamericano en “default selectivo”, por no pagar su deuda a un grupo de acreedores.

Ortiz informó que está solicitando al BCB que le explique en qué información se basó para las inversiones en Letes salvadoreños, y que le facilite la resolución del Directorio que autorizó el uso de reservas internacionales en este caso.

Indicó que con estos datos iniciará medidas legales contra los responsables de autorizar estas operaciones, que a su criterio recalcó que vulneran la norma del BCB y arriesgan bolivianos recursos en un país que no da la seguridad de retorno de las inversiones.

“No estamos en condiciones de andar con la plata boliviana  ayudando a los amigos chavistas de este Gobierno, no es posible que estén rifando la reservas internacionales de esta forma”, reclamó Ortiz. El presidente del país centroamericano, Salvador Sánchez Cerén, es reconocido por su adhesión a las ideas de Hugo Chávez.

El opositor manifestó también que el ministro de Economía, Luis Arce, “nos mintió”. Aseveró que en diciembre Arce negó que se haya invertido recursos en El Salvador, y que además estas operaciones no figuran en un informe que le envío el ministro sobre reservas internacionales.
Reiteró también que ese caso fue el detonante para la salida de Marcelo Zabalaga de la presidencia del BCB, aunque no tiene certeza si fue porque es responsable y porque rechazó usar el dinero boliviano de esta manera.