En este caso es necesario preguntarse: ¿a dónde va la idea del atentado contra Evo Morales? ¿A quién busca librar de “sospechas” y… sobre todo, ¿a quién beneficia?
Hay que reconocer que el histrionismo del Vicepresidente para distraer la atención es único; siempre da argumentos para hablar de él (a lo mejor es lo que se busca).
Recién nomás don Álvaro se despachó: “Detrás de Belaunde se ha revelado una red mafiosa de protección de corruptos, de delincuentes, con mucho dinero y muy influyentes (…) es importante que la población sepa que hay una red tenebrosa (…) que protege a corruptos (…) y qué más estará haciendo”
Evidentemente, más allá de lo anecdótico, esa declaración le hace un flaco favor al Gobierno de un país que tiene muy mala prensa con relación a la corrupción institucional. Efectivamente, escuchamos al Vicepresidente referirse a lo corruptas que son nuestras instituciones, dado que mencionó a abogados, funcionarios de gobierno, policías y Poder Judicial; no soy quién para contradecir al Vicepresidente pero, creo que ahora se debe demostrar que lo denunciado por el Segundo Mandatario del Estado es evidente y, que se ha descubierto hasta dónde alcanza la “red tenebrosa (…) que protege a corruptos”; de no hacerlo, estaríamos frente a un caso de evidente encubrimiento.
La pregunta que sigue, lógicamente es: ¿quién es el abogado Valda? Es el jefe de la red? o ¿es simplemente un ejecutor de órdenes? ¿Hasta dónde logró, esa “red” penetrar en la Policía? ¿Qué otros espacios del Poder Ejecutivo fueron “cooptados” por el esquema corrupto? ¿Qué otros casos se conocen del mismo equipo (llamado “red” por el Vicepresidente?) y ¿cuáles son los resultados obtenidos?
Si esas preguntas básicas no son respondidas, como no lo serán, tenemos necesariamente que plantearnos la posibilidad de que el Vicepresidente está aplicando al pueblo boliviano el cuento de Pedrito y el Lobo (cuando el lobo llegó, se lo comió a Pedrito porque mintió mucho sobre la “llegada” del Lobo).
Reitero, es muy difícil creer que una “red” mafiosa de las características detalladas por don Álvaro Marcelo termine abandonando a su financiador en un pueblo del Beni después de tres días de escapar, evidentemente solo, sin siquiera un plato de comida (fue lo primero que pidió al Ministro de Gobierno). Es absurdamente imposible que ello sea así.
Y lo último: el Vicepresidente llega al extremo de asegurar que “esa red” puede intentar vengarse, “comenzando por el presidente Evo”. En este caso es necesario preguntarse: ¿a dónde va la idea del atentado contra Evo Morales? ¿A quién busca librar de “sospechas” y… sobre todo, a quién beneficia?
El autor es comunicador.
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