Desde que en un criticado aprovechamiento de las sesiones en la Corte Internacional de Justicia sobre nuestra demanda marítima, el Vicepresidente del Estado afirmara que sólo se tendría mar si el presidente Evo Morales acompaña el tema, la propuesta de que postule a una tercera reelección continua ha ido tomando cuerpo.
El propio mandatario ha declarado a Los Tiempos, a la red de emisoras del Estado y en el exterior que está dispuesto a “escuchar” esta demanda del pueblo. De inmediato han surgido especulaciones sobre cómo se tramitaría una nueva reelección.
La única manera legítima es proponiendo la reforma de la Constitución Política del Estado, que establece una sola reelección del Presidente y Vicepresidente (y ya estamos en una cuestionada segunda).
El procedimiento es largo. Primero, se debe aprobar en la Asamblea Legislativa Plurinacional, por dos tercios de sus miembros, el proyecto de reforma constitucional y su contenido. Si éste se aprueba (lo que, dada la actual correlación de fuerzas, es posible), se debe convocar a un referendo para que la ciudadanía se pronuncie. Si se aprueba, don Evo Morales Ayma podría candidatear nuevamente el 2020. Si se rechaza, el MAS deberá buscar un reemplazante, tarea muy difícil porque –y probablemente ésta sea una de las razones más importantes para impulsar esta propuesta– sólo él puede asegurar la reproducción en el poder del MAS.
Una temprana encuesta encargada por la revista Poder y Placer, en el eje central más El Alto, muestra que el 58 por ciento de los consultados no quiere una reelección indefinida, 32 por ciento sí la cree apropiada. Al resto, parece que no le interesa el tema...
En todo caso, el tema ingresó en la agenda.
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