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jueves, 16 de diciembre de 2010

muy a tiempo exhibieron "La Fiesta del Chivo" por la TV de Suecia para ayudar a comprender la obra del laureado Mario Vargas Llosa s/populismo.militar

La fiesta del Chivo en la TV de Suecia

Mauricio Aira

Cuando un grupo de patriotas dominicanos compuesto por oficiales del ejército y profesionales civiles culminó su rebelión dando muerte al caudillo que cayó acribillado a la vera del camino, se sucedieron los funerales a cargo de seguidores de Trujillo que quisieron mostrar la popularidad y el agradecimiento “del pueblo” al dictador asesinado. En efecto grupos de negros que viven en las barriadas a los que el tirano arrojaba “mendrugos de pan” como en la parábola del Rico Epulón y el mendigo Lázaro guardaron luto ante el Padrecito de la Patria como se hacía llamar el tirano que sojuzgó a su pueblo nada menos que durante 30 años. El film basado en la novela del mismo nombre de Vargas Llosa resulta muy a propósito de las pseudo democracias populistas y payasas que gobiernan unas pocas nacional del Continente Sur.

El abuso del poder había llegado al extremo que la voluntad del generalote se cumplía a raja tabla sus menores deseos eran ejecutados por serviles funcionarios a quienes interesaba tan sólo el disfrute de los privilegios que da el poder. Trujillo no toleraba el menor desliz, aún y especialmente en lo que atingía a sus caprichos de exigir pruebas de lealtad aún a los más íntimos colaboradores a los que premiaba enviándolos de embajadores, dotándole de vivienda de lujo, moderno transporte y pleno poder en el ámbito de sus tareas.

Entonces como ahora, si algo inquietaba al tirano era la crítica diplomática, especialmente la de los EEUU al que temía por cuanto era su proveedor de armas y su respaldo ante los organismos internacionales que veían cada vez con mayor recelo al solitario dictador que sin embargo se esforzaba por rodear a sus sucesivos gobiernos de un marco de legalidad y se enmascaraba bajo el barniz de respetar la legalidad y la propiedad privada. Cuando Trujillo tenía la más ligera percepción de crítica de sus colaboradores a su gestión, inmediatamente los apartaba de sus ministerios, les despojaba de sus privilegios y se libraban de la cárcel o de la muerte gracias a la entrega de la esposa o la hija a la voracidad satánica del lujurioso que ocupaba la función de Jefe de Estado.

Para ponerlo en blanco y negro para sus lectores Vargas Llosa ejemplifica algunos de los excesos de poder del generalísimo cuando lo muestra seduciendo a la esposa del jefe de la Armada tildándole luego de cornudo ante todos los altos oficiales y echándolo del palacio. Como reacción el contralmirante se suma al complot que acabaría con semejante monstruo. El argumento se basa en lo que sucedió con su más íntimo ministro beneficiado varias veces con altos cargos y que se permitió sugerir un cambio de timón en relación a los DDHH. Bastó la sugerencia, montó en cólera y lo destituyó sin más trámite despojándole de transporte, vivienda, salario y le hizo saber por medio de otro “much´asiqui” (lameculo) que la única forma de recuperar la confianza del jefe sería permitiéndole que invitara a su hija de 14 años a la fiesta del chivo. “El chivo” era el alias con que el pueblo distinguía al general, como “el chino” de Fujimori, “el mono” de Paz Estenssoro, etc., el funcionario caído en desgracia aceptó de malas pulgas la invitación a la fiesta que no era tal sino una sesión íntima con el jefe del estado para rendir su virginidad a cambio de conservar la vida de su padre. El coito no se consumió, ante su impotencia destrozó el demonio el himen de la virgen haciéndole sangrar copiosamente y provocándole un trauma que le duraría la vida entera.

Se justifica entonces la conspiración que contó de alguna manera con el visto bueno de alguna autoridad eclesial que conocía por la confesión las atrocidades que venía cometiendo Trujillo blindado por un ejército sumiso cuyos jefes recibían ascensos a granel y dádivas sin límite a cambio de su absoluta lealtad al tirano que los vestía de oropeles y convocaba frecuentes paradas militares para mostrar ante el mundo, cuán organizado estaba su brazo armado “el único que podía aplastar a la pulga del comunismo” proclama que está inscrita para la historia de aquellos años.

Una trampa le tendió su voluptuosidad y satánica pasión por la carne, cuando para escapar a miradas indiscretas salía de la ciudad a determinada hora hacia su casa de campo, con la menor guardia de seguridad, y en cuyo camino se le cruzaron los patriotas en tres vehículos diferentes, perfectamente armados con las armas del mismo ejército dominicano que utilizaron para inmovilizar al monstruo quitándole la vida para que de ese modo terminara la opresión, la tiranía, el abuso de poder. Como reconoce el autor Mario Vargas Llosa la obra como otras suyas no es rigurosamente histórica, aun cuando está basada sobre hechos reales de los tres decenios que gobernó Rafael Leónidas Trujillo a la República Dominicana. (El film fue reprisado en Suecia con motivo de la entrega del Nobel de Literatura a Vargas Llosa y por cuando algunos actores son suecos como la hija de Ingrid Bergman, Isabella Rosselini. La película tiene sello euro estadounidense)

1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias por esta nota.. la verdad este ultimo tiempo estuve mucho tiempo en una de mis oficinas amobladas en capital por trabajo y no pude averiguar nada sobre la fiesta del chivo que tanto me resultaba interesante.. así que gracias por este post!
saludos!