DESHOJANDO MARGARITAS
Al empezar la docena de años en el ejercicio del gobierno, es honesto
reconocer que sabedores de la extensión de los mensajes presidenciales,
agravados por una indisimulada y extraña carrera electoral con miras al 2019,
era mejor esperar que concienzudos periodistas se den a la complicada labor de
descifrar el contenido de dicho mensaje. Una de las lecciones de Castro que
bien asimilaron algunos de los presidentes del grupo, está referida a que es
menester alargar lo mas que se pueda esos mensajes, con la finalidad dual de: o
demostrar a sus seguidores que el que habla mucho sabe mucho, o hacer que pasen
desapercibidos en el maremágnum de
cifras e ideas, inconsistencias que breves, resaltarían.
Durante todos estos años, Evo Morales nos acostumbró a sus intervenciones
matizadas con "el antes" y el ahora, pero en esta oportunidad, se
remontó a la fundación misma de la República lo que demuestra lo osado que es
el primer mandatario. Hace años que las cifras a las que tan afecto es, le sean
proporcionadas en guarismos literales, lo que le evitaría a él y a los oyentes,
esa confusión cercana al vértigo que le resulta leer números de muchas cifras.
No sería más fácil escribirle dos mil millones setecientos cincuenta mil,
ochocientos veinticuatro que 2.000.750.824 ? Es natural que el presidente
sienta en carne propia, lo insensible y solitario que es el poder. Como él no
se anima, creo que los buenos ciudadanos estamos en la obligación de aportar
con pequeñas sugerencias a sus asesores a fin de que le faciliten la vida.
Son muy desconsiderados teniendo en
cuenta que no sólo tenía que referirse a casi dos turbulentos siglos, sino que
encima, tenía un picadillo de nombres, posibles enroques, designaciones que
debía, compromisos pendientes, sugerencias de toda laya, para armar su gabinete
ministerial de rigor. Es natural que se le haya cruzado un poco la maroma y que
hayan ministros que debieron salir,
otros que debieron quedarse, otros que nadie puede saber por qué han sido
designados y así un importante despliegue
semejante a la recitación de números binarios.
De todas maneras, una vez más se ha constatado, que existen los
irremplazables, los multiuso, los tres en unos y una vario pinta cantidad de
dignatarios de estado, cuyo concurso para los alejados de los pasillos del
poder, son un verdadero enigma. Para mencionar solo un par de ejemplos de esos
que observamos anonadados, resalta el
alejamiento de Choquehuanca, mítico canciller que era la única carta de
presentación del indigenismo en el gobierno al que tanto gustan de resaltar. Es
obvio que había aprendido mucho, sobre todo a hacer gala de esa paciencia
aymara y monolítica adhesión a la figura del caudillo. Y estábamos acostumbrados a él, su estilo y
sus aseveraciones insólitas como el referido al sexo de las piedras, ya caía
hasta simpático. Pero, parece que el nuevo orden de dependencia inocultable que
el estado plurinacional ha trasladado del imperio capitalista a otro más
exótico, más imperio, y más asequible en
lo referido a préstamos -aunque casados-, hace que hoy estamos todos bajo el influjo de la
cultura china, que ahora hasta tenemos un canciller kung fu shaolín. Hay que
aceptar que SE es un hombre de múltiples recursos.
La salida de Quintana del gabinete, es sin duda, la gran sorpresa. Para
nadie es un secreto el grado de familiaridad que el ex-capitán de la escuela de
las Américas tiene con el presidente. Comparten largas jornadas, viajes,
amistades y sueños. Mucho se especula sobre este insólito alejamiento. Los hay que
creen que la imagen deteriorada del
intocable ministro, es lo menos que necesita la campaña re electoralera y que
es mejor alejarlo un tiempo para bajar el grado de energía negativa que
ocasiona en la opinión ciudadana. Una vez que corra un poco de aire fresco y
sea menos observado, por ahí retomará su lugar. Pero hay también los que creen
que estos tres años que faltarían para la supuesta re-postulación, necesitan de
una mano férrea, con gran poder inquisitorial, trabajando en la sombra y
subterráneamente , imagen que le cuadra perfectamente.
Sin entrar en detalles específicos, hay ministros exentos de
arrepentimiento ni propósito de enmienda.
Otros, emocionados hasta la respiración agitada, solo son parte movible de un
gran tablero en pro de un bien mayor. Pero para nadie pasa desapercibido, que
el súper ministro del momento es Héctor Arce Zaconeta. Nombrado titular de
justicia, que además le ha sido yapado, anticorrupción y transparencia, hace
con Romero y Arce el de finanzas, el trío que no deja cabos sueltos. Ferreira tiene cartas ocultas que jugar. Arce Zaconeta es el mayor promotor de
encontrarle la vuelta jurídica en rocambolescas movidas para posibilitar a como
dé lugar, la continuidad de Evo Morales. A esa juntucha de ministerios, híbrido de ejecutivo, judicial y anodino legislativo, hasta la pobre y
ninguneada Constitución, se los tratará
de obligar a poner rodilla en tierra para el supremo objetivo.
Es penoso pero en esta oportunidad y por
el momento, ni para beneficio de la duda da.
Karen Arauz
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