El vicepresidente Alvaro García Linera denunció el viernes un apresto "contrarrevolucionario", escondido detrás de la decisión, insuflada por "3 y 4 infiltrados", agentes de la ultraderecha criolla, adoptada por la matriz Central Obrera Boliviana (COB) de convocar, desde el lunes, a una huelga general indefinida en demanda de más incremento a los salarios que el 5% dispuesto por el gobierno progresista de Evo Morales.
"Los mismos contrarrevolucionarios, de la misma línea política de derecha contrarrevolucionaria que el año 1985" abonaron el terreno para la instauración de un secante modelo de economía liberal y "para que el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario, liberal), para que la ADN (Acción Democrática Nacionalista, conservadora) y el MIR (Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, socialdemócrata que en variantes alianzas gobernaron Bolivia durante dos décadas) entraran a pisotear a los bolivianos durante 20 años", hasta 2005, cuando Morales fue electo en las urnas, afirmó el Presidente en ejercicio.
El dignatario, que brindó una conferencia de prensa en el presidencial Palacio Quemado, en La Paz, para poner en evidencia el primer arresto contra Morales en su segundo mandato, repasó las asechanzas montadas contra el segundo gobierno del progresista Hernán Siles Suazo, entre 1982 y 1985, en que la COB, a la sazón liderada por Juan Lechín Oquendo, desplegó 756 huelgas y parios en los tres años de su insufrible gobierno.
García Linera, que recordó su pasado y formación sindicalistas, advirtió que la huelga general indefinida "es una medida política" que se resuelve, in extremis, para derrocar un gobierno.
Pero no lo conseguirán, "no tendrán éxito", dijo.
Sin mencionarlos, el mandatario apuntó a 3 ó 4 dirigentes influyentes de la COB que presionaron para que un ampliado de la máxima organización de los sindicatos bolivianos, celebrado la noche de la víspera en La Paz, llame, por segunda desde 2007, a una medida de tal naturaleza.
"Esas mismas personas de hace 20 años son las mismas que hoy (por ayer, jueves) han planteado, con el mismo criterio (del pasado) preparar el terreno para la derecha, para la derecha fascista y cavernaria" boliviana, deploró.
Pese a que declinó mencionar sus nombres, García Linera pareció aludir al ex líder de la COB, Jaime Solares y a los dirigentes de filiación trotkysta a la cabeza hace décadas del Magisterio urbano de La Paz, José Luis Flores y Gonzalo Soruco, de activa partcipación en la reunión ampliada de la víspera.
"Usan un lenguaje de izquierda pero su objetivo es de derecha, favorecer a la contrarrevolución", enfatizó al tiempo de evocar que "las personas que han propuesto esto (de la huelga general indefinida) el día de ayer son las mismas que el año 2007, propusieron la misma medida, en consonancia con la estrategia de derrocamiento del gobierno del presidente Evo".
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