Discurso belicista
Producto, quizás, del difícil momento que enfrenta el Gobierno por la caída en su popularidad, el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, volvió a ensayar un conocido discurso belicista, que no hace más que abonar la confrontación con preocupantes consecuencias para la democracia boliviana. “Nosotros somos subversivos, somos gente que nos movilizamos, somos de barricada y vamos a volver a salir las veces que sea necesario para defender nuestros recursos naturales, defender nuestra dignidad y enfrentar a los vendepatrias y enfrentar a los privatizadores”, dijo García Linera en un acto de entrega de obras en la ciudad de El Alto.
Según la Real Academia Española, ‘subversivo’ es aquel que “pretende alterar el orden social o destruir la estabilidad política de un país”. Es el término con que los militares de América Latina llamaban a los dirigentes sociales y políticos que resistían la opresión de las dictaduras. Por fortuna, ese tiempo de autoritarismo se terminó hace muchos años en la región. Ahora que estamos en democracia nos preguntamos: ¿qué sería plantear una alteración del orden social o político en función de defender los logros del denominado ‘proceso de cambio’ impulsado por el presidente Evo Morales? ¿Qué pasará si los bolivianos deciden en 2019 que no sea el actual oficialismo el que pueda continuar al mando del Gobierno? ¿Respetará el MAS esa voluntad popular? ¿O irá a las calles, como dice García Linera, para subvertir el sistema?
“Este proceso de cambio que se gestó en El Alto, en la ‘guerra del gas’, lo hemos ganado en las urnas con el voto y también en las calles, y cuando sea necesario utilizar las calles para defender la democracia y defender el proceso de cambio”, señaló el mandatario. Detrás de esta posición está una idea mesiánica según la cual solo el oficialista MAS, y eventualmente el presidente Morales, pueden conducir las riendas del país. Justamente, el mesianismo político –aquel que considera que una única persona está ungida para llevar a cabo un determinado proyecto– es la ideología que causó tanta violencia en América Latina.
La anterior semana García Linera pidió a jóvenes, incluso a niños, defender y apoyar al presidente Morales para continuar con el proceso de cambio. Manifestó entonces: “Mientras esté Evo, todo será fácil; seguirán llegando los proyectos, pero cuando no esté Evo no sé qué irá a pasar de ustedes, jóvenes. Defiéndanlo ustedes como jóvenes valientes”. Muy lejos de la verdad. La democracia es alternancia y respeto de quienes también pueden participar y conducir un país en paz y sin ‘sobresaltos subversivos’
Según la Real Academia Española, ‘subversivo’ es aquel que “pretende alterar el orden social o destruir la estabilidad política de un país”. Es el término con que los militares de América Latina llamaban a los dirigentes sociales y políticos que resistían la opresión de las dictaduras. Por fortuna, ese tiempo de autoritarismo se terminó hace muchos años en la región. Ahora que estamos en democracia nos preguntamos: ¿qué sería plantear una alteración del orden social o político en función de defender los logros del denominado ‘proceso de cambio’ impulsado por el presidente Evo Morales? ¿Qué pasará si los bolivianos deciden en 2019 que no sea el actual oficialismo el que pueda continuar al mando del Gobierno? ¿Respetará el MAS esa voluntad popular? ¿O irá a las calles, como dice García Linera, para subvertir el sistema?
“Este proceso de cambio que se gestó en El Alto, en la ‘guerra del gas’, lo hemos ganado en las urnas con el voto y también en las calles, y cuando sea necesario utilizar las calles para defender la democracia y defender el proceso de cambio”, señaló el mandatario. Detrás de esta posición está una idea mesiánica según la cual solo el oficialista MAS, y eventualmente el presidente Morales, pueden conducir las riendas del país. Justamente, el mesianismo político –aquel que considera que una única persona está ungida para llevar a cabo un determinado proyecto– es la ideología que causó tanta violencia en América Latina.
La anterior semana García Linera pidió a jóvenes, incluso a niños, defender y apoyar al presidente Morales para continuar con el proceso de cambio. Manifestó entonces: “Mientras esté Evo, todo será fácil; seguirán llegando los proyectos, pero cuando no esté Evo no sé qué irá a pasar de ustedes, jóvenes. Defiéndanlo ustedes como jóvenes valientes”. Muy lejos de la verdad. La democracia es alternancia y respeto de quienes también pueden participar y conducir un país en paz y sin ‘sobresaltos subversivos’
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