Tres jueces ciudadanos y dos jueces técnicos condenaron a Zenón Soria Orellana, Santiago Jiménez, Crescencio Jiménez Balderrama, Juan Israel Rodríguez, Félix Zapata Torrico, Trifón Huayllani Pizarro, Ángel Rosendo Cosío Álvarez y Nicolás Rojas Calvi a 30 años.
Los jurados basaron su condena en las pruebas que ofreció la Fiscalía. Los jueces encontraron suficientes elementos para sostener que los acusados instigaron a la turba y participaron en el horroroso final de los policías, que murieron tras ser ahorcados, golpeados y quemados.
En tanto, otros cinco comunarios fueron absueltos de toda pena y culpa, debido a que el Tribunal Primero consideró que los elementos expuestos por el Ministerio Público fueron insuficientes para demostrar su participación el múltiple asesinato. Los pobladores liberados son Guillermo Zapata Gonzales, Ángel Vallejos Olmos, Roberto Carlos Villegas López (hijo), Roberto Villegas Rodríguez (padre) y Osvaldo Miranda.
Después de dos años y cuatro meses, la justicia llegó para los policías Willi Álvarez, Walter Ávila Fernández y Eloy Yupanqui Flores, linchados por una turba en Epizana que los acusaba de ser “falsos policías” y los responsabilizó sin pruebas de supuestos robos en las comunidades del sector.
Aunque las víctimas fueron capturadas luego de un incidente con el hermano del corregidor Juan Soria, Zenón Soria, quien se negó a mostrarles su licencia de conducir y quien sostuvo una trifulca con los uniformados que derivó en el trágico desenlace, que posteriormente fue relacionado con un “volteo” de droga sin que en la investigación o el juicio se haya demostrado tal extremo.
La sentencia, dictada después de 11 días de juicio y de ocho horas de deliberación de los juzgadores, provocó una mezcla de sentimientos. Los familiares de los policías linchados expresaron su repudio por la absolución de cinco imputados y anunciaron que apelarán. Mientras que los cinco absueltos expresaron su fe en la justicia y uno de ellos derramo lágrimas. En cambio, los ocho condenados abandonaron el juzgado enmanillados, con el semblante tenso y pregonando su inocencia.
Entre las pruebas determinantes está el video del equipo de prensa de la Red Bolivisión, que registró el instante en que la turba comenzaba a ejecutar a los policías. El audiovisual permitió la identificación de los principales autores materiales del hecho, mientras que los testimonios de los pobladores que presenciaron el crimen permitieron dar con los autores intelectuales o instigadores.
La sentencia sólo alcanzó a cinco de los 21 procesados por el triple linchamiento.
Piden similar sanción
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, comparó la sentencia del caso Epizana con lo que debe suceder con el linchamiento de cuatro policías en los ayllus de Uncía, el pasado 23 de mayo. Llorenti dijo: “Entiendo que está concluyendo una audiencia con sentencia del caso Epizana, donde también fueron linchados policías. Así como en ése caso, igual tiene que haber una sanción para lo sucedió en Uncía”.
El triple linchamiento de policías en Epizana no está desvinculado de lo acontecido en los ayllus, también como sinónimo de una mal entendida justicia comunitaria, pues el propio abogado acusador, Luis Camacho, dijo al comenzar el juicio el 11 de junio que si se hubiese dictado una sentencia dentro de los plazos procesales previstos, tal vez no hubieran muerto más policías en Uncía.
Sin embargo, la barra de la defensa consideró que relacionar a Epizana con Uncía sólo podía dar lugar a que se sentencien a personas inocentes por sentar un precedente, por ello, rebatieron hasta el final las pruebas de la Fiscalía.
Cuatro de los condenados ayer
Zenón Soria, Comunario, condenado.
Fue condenado a 30 años por el asesinato de los policías linchados en febrero de 2008. Fue señalado por varios testigos de haber iniciado el conflicto, porque se negó a mostrar su licencia.
Después de discutir con los uniformados y obligarlos a llevarlo al hospital de Totora, los acusó de haberle robado su renta de 150 bolivianos. Se entregó voluntariamente a las autoridades y se abstuvo de declarar en el juicio.
Santiago Jiménez, comunario, condenado.
Está dentro de los ocho acusados condenados a 30 años. La Fiscalía lo señaló de ser quien colocó su camión como escalera debajo de la casa comunal y posta de salud, donde se encontraban los policías encerrados para que la turba se suba a un balcón y los saque violentamente para lincharlos. Guardó el video de Bolivisión dentro su auto y poco después vendió el camión. En el video se lo ve maniobrando el camión.
Israel Rodríguez, dirigente OTB, condenado.
Fue descrito por el policía Abraham Lobo y el médico Wilfredo Bilbao como “el mandamás” de Epizana, en su condición de presidente de la OTB Villa del Carmen.
Fue acusado de instigar a la multitud y de haberse opuesto a que un contingente de policías, al mando de Ricardo Pacheco, rescate a los policías que estuvieron cerca de ocho horas como rehenes en la posta de salud. En el video se lo ve presenciado el linchamiento.
Trifón Huayllani, transportista, condenado.
Fue detenido en la ciudad a los pocos meses del linchamiento en poder de una mochila que portaba su esposa, donde se encontró parte de las pertenencias de los policías como una chamarra y una pistola. Los testigos lo identificaron como uno de los que se opuso al rescate de los policías y uno de los que exaltaba los ánimos de la gente en el reté, para que los policías sean llevados a la posta. Su esposa, Isabel, declaró que él más bien intentaba apaciguar a la gente.
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