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viernes, 23 de diciembre de 2011

Bajo el Penoco trae a colasión el ejemplo del tintorero "probando se tiñe" para referirse al gasolinazo anunciado por Evo bajo eufemismos

El presidente Morales no se cansa de machacar con su discurso “progasolinazo”. Pese a que insistentemente repite que no habrá otro incremento como el que intentó aplicar el año pasado, por otro lado habla e insiste que se deben eliminar los subsidios a los carburantes, lo que automáticamente hace cundir en la población el temor al aumento. Cómo será de tozudo el jefazo, que hasta ha llegado a sacar de la manga, una supuesta encuesta  de opinión que supuestamente dice que el 52 por ciento de la ciudadanía boliviana está de acuerdo con el aumento de los precios de la gasolina y el diesel. Eso suena más increíble que las lluvias de abajo hacia arriba. Resulta que en el país donde la “rebajita” es un patrimonio nacional y donde todo el mundo lo quiere todo “baratito”, se produce un clamor popular por un incremento. Ha dicho que el dinero del subsidio se podría usar para aumentar los bonos. Qué espera entonces. Si es así, el primer mandatario no debería perder el tiempo y decretar de una vez el Gasolinazo II. “Probando se tiñe”, decía un viejo tintorero que tuvo que cerrar su boliche por la gran cantidad de trajes que convirtió en pijama.

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