Mauricio Aira
Esta segunda visita ya como premio Nobel es a la ciudad de Gotemburgo donde su aporte al mejoramiento del clima universal ha sido objeto de un reconocimiento apoteósico por su directa contribución al desarrollo sostenido del medio ambiente. Líder parlamentario por los demócratas Al Gore ha sido senador y vicepresidente con Bill Clinton, vencido por Bush con un resultado electoral muy cuestionado pronto se hizo conocer como activista ecológico y produjo el film “La inaceptable realidad” que ganó el Oscar al mejor documental del 2006. Mereció el máximo galardón de la Fundación Nobel conferido en Oslo por su contribución a la Paz Mundial.
La realización del film mencionado movió a personas y organizaciones, empresas y políticos a emplearse aún más a fondo en el tema ambiental, por lo que los gotemburgueses que se hallan a la cabeza del desarrollo sostenible resolvieron premiar al Gore ambientalista, “que ha hecho tanto para detener la crisis climática y el calentamiento global” según motivó la Comuna el homenaje, cuyo Alcalde Göran Johansson refiere “nosotros habíamos sugerido que se estableciera un Nobel para la Ecología, al no ser posible, creamos nuestra propia fundación, porque la idea es colocar en el mapa del mundo a Gotemburgo y lllamar la atención por su acelerado programa sobre el medio ambiente”.
Gran improvisador Al Gore inició su lucha por el medioambiente dejando ver que al no ser representante de los Estados Unidos, participaba de la campaña mundial en calidad de ciudadano, sin ningún vínculo oficial ni diplomático con el gobierno estadounidense, de modo que podía criticar libremente la actitud oficial de su patria por el incumplimiento del convenio de Kyoto suscrito en Bali 10 años ha. Justamente al nomás recibir el Nobel se trasladó a Bali para mostrar una nueva actitud y establecer distancia entre la Administración Bush y las organizaciones ecologistas que se han puesto de pie contra el cambio climático. En Bali repitió Gore el fondo de su proclama contenido en su libro La Tierra Nuestra Misión, y de su film. “Qué vamos a responder a nuestros hijos y a los hijos de éstos cuando nos pregunten si hicimos algo para evitar la destrucción del planeta?” No vemos acaso que los glaciares se deshielan y que el Polo Norte disminuye de volumen, que aumenta la sequía y el despoblamiento de los bosques es una realidad, que el nivel de las aguas del mar aumenta y provoca inundaciones y catástrofes naturales cada día, éste es acaso un mundo ideal o lo que planearon los poderosos?
El convencimiento demostrado por Al Gore de que cada uno de nosotros puede hacer su aporte para evitar o disminuír el proceso de autodestrucción de nuestro hábitat le ha conducido a liderar una campaña mundial a partir del equipo técnico-científico de las Naciones Unidas que está trabajando por el mismo objetivo, motivó a las autoridades y empresarios de Gotemburgo otorgar una extraordinaria distinción en una velada de gala donde la princisa Victoria heredera del trono le hará entreg del laurel. Rol muy especial asumen las empresas que contribuyen al programa “Vivir cuerdamente” (del sueco Leve Kotet) al mismo tiempo que ejecutan tareas prácticas bajo el concepto de desarrollo ambiental y posibilidades comerciales.
Se está trabajando febrilmente para encontrar acuerdos entre el Estado, los fabricantes de medios de transporte y los productores de los nuevos combustibles que irán tomando cuerpo a medida que el diesel y la gasolina vayan subiendo de precio y sean sujeto de mayores impuestos como una forma de estimular su sustitución por el gas natural, el etanol en sus diversas procedencias, el biogas que están ya siendo utilizados como lo veremos posteriormente. De modo que la llegada de Al Gore a Gotemburgo, es motivo para reiterar la vocacion ambientalista de la región y la renovación del compromiso empresarial para construír un futuro menos dramático para nuestros descendientes.
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