Para salir al paso de esas reacciones, el Ministro de Autonomías propuso un novedoso método de decodificación de las palabras presidenciales. “No todas las declaraciones del presidente Evo Morales deben ser asumidas como una ‘afirmación’, sino aseveraciones en ‘condicional’”, dijo. “Tenemos que ser responsables cuando escuchamos alguna declaración del Presidente”, agregó.
Todo ese despliegue de esfuerzos interpretativos fue para apaciguar los ánimos y neutralizar las reacciones adversas que hubiera acarreado “la irresponsabilidad” de tomar en serio, como si fueran afirmaciones, las palabras presidenciales.
Dos meses han sido suficientes para despejar cualquier duda sobre el tema. A primeras horas de la madrugada del pasado jueves, la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto General del Estado (PGE) con un aumento de casi 20 por ciento del monto asignado al programa “Bolivia Cambia, Evo Cumple” y una reducción del 18,65 por ciento del monto asignado a los 339 municipios de Bolivia. Cifras que dan cabal cuenta del poder y real alcance de la palabra presidencial.
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