El presidente Morales criticó, durante la inauguración de la Cumbre Climática, a los que sufren calvicie, a los que consumen la Coca Cola, a los que comen en platos desechables y a los que visten con ropa sintética.
Morales llegó a Tiquipaya para dar inicio a la Conferencia Mundial de los Pueblos Sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra y su discurso central se focalizó en la crítica al sistema capitalista e imperialista, a quienes responsabiliza de envenenar la tierra día a día.
"El occidente cada vez nos trae más veneno y más veneno. Algo interesante es la calvicie, perdón a los hermanos europeos. La calvicie que parece normal, es una enfermedad: en Europa casi todos son calvos, y esto es por las cosas que comen, mientras que en los pueblos indígenas no hay calvos porque no comemos otras cosas, pueden verme a mí por si acaso (dijo mostrando su abundante cabellera). La calvicie es el resultado de los transgénicos, estoy seguro que de aquí a 50 años todo el mundo será calvo, los peluqueros serán desempleados", ironizó.
Se refirió también a la Coca Cola y dijo que es algo grave que hace daño al cuerpo humano. Ejemplificó que los plomeros utilizan este refresco para destapar, en cuestión de minutos, un sanitario cuando está obstruido.
"Imagínese que químicos tendrá la Coca Cola, destroza a la vida. Una vez acabé una botella grande y estaba mal, tenía como desmayos y quienes tomaban chicha de maíz estaban bien".
Llamó a todos los presentes a consumir sus alimentos y bebidas en platos y vasos de barro, como supuestamente lo hace el, y no así en vajillas o recipientes de plástico que son desechables y que contaminan el planeta porque no se eliminan rápidamente.
"El plato de barro cuando se rompe se vuelve tierra y eso no contamina al medio ambiente", indicó a tiempo de pedirle al Canciller David Choquehuanca y organizadores no comer durante esta cumbre en platos desechables.
Del mismo modo instó a utilizar ropa natural con materiales de animales como la oveja, la llama y no así de material sintético.
"Yo de niño anduve con ponchos de tarabuqueño que no eran sintéticos ni de nylon. Me protegían del frío y del agua y no contaminan", indicó. Dijo que las ropas del occidente y del capitalismo comienzan a contaminar cuando uno los tira después de usarlos.
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