Bonos, computadoras, viviendas, focos. ¿Llegó la Navidad? No, es el Gobierno de Evo Morales que ha activado su vena prebendalista por miedo al voto nulo del 16 de octubre. Aunque a diferencia de Papá Noel, que entrega regalos a los niños obedientes, el presidente lo hace para lograr que todos se “porten bien” en un momento en que nadie quiere hacerlo, al menos con el régimen, al que andan perdiéndole el respeto con demasiada frecuencia. Una de ellas fue precisamente una vocal electoral que anunció sanciones al MAS por hacer campaña para las elecciones judiciales. La funcionaria, sin embargo, renunció antes de que pueda activar el procesamiento y se fue denunciando serias irregularidades que anticipan un estrepitoso fraude para el domingo.
En Unidad Nacional han acusado al Tribunal Supremo Electoral de fraguar la selección de los jurados de las mesas de votación. Aseguran que más del 70 por ciento son funcionarios del Gobierno y militantes del MAS, lo que podría facilitar las cosas, habida cuenta que no habrá control de los partidos políticos como ha sucedido en otros comicios.
Este cuadro le favorece al régimen, sobre todo, después que los indígenas del Tipnis anunciaron que llegarán a La Paz después de las elecciones.
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