Al promediar las 10:30 de esta jornada militares detuvieron al prefecto pandino Leopoldo Fernández, en el edificio prefectural de ese departamento, ubicado en la avenida Teniente Coronel Cornejo, frente a la plaza principal Germán Busch, de Cobija.
Según los reportes, la toma se dio muy rápida. El Gobierno acusa a Fernández de genocidio, por la matanza entre campesinos del jueves pasado en la localidad de Porvenir, distante a 35 kilómetros al norte de la capital pandina. Más de 15 personas perdieron la vida.
Tras la captura, la autoridad fue llevada hasta el aeropuerto, Aníbal Arab, por el senador Pablo Bravo, que se encontraba en ese momento con Fernández. La autoridad no puso resistencia y unos minutos más tarde fue trasladado a la ciudad de La Paz. La vagoneta de Bravo (que llevaba a Fernández) fue escoltada por cerca de 200 militares.
Para realizar la captura, los uniformados, primeros cercaron la plaza Germán Busch, mientras que otro contingente ingresó por la fuerza al edificio, de donde sacaron a la autoridad.
Ana Melana, presidente del Comité Cívico, de Pando, manifestó su preocupación por la detención de Fernández, e indicó que “Los bolivianos hemos perdido la libertad. A Leopoldo se lo llevaron como al peor delincuente”, dijo la autoridad cívica, que se mantiene en la clandestinidad, puesto que también es otra de las personas perseguidas por el Gobierno.
Desde Cobija también se informó que los próximos detenidos serán: Abraham Cuéllar y Miguel ‘Chiquitín’ Becerra, que por ahora se desconoce el paradero de los seguidores del presidente Evo Morales, también acusados de la matanza, que se produjo en Porvenir, la semana pasada.
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