Una vez más, los rankings internacionales muestran a Bolivia entre los países más corruptos del continente.
En este caso, se trata delBarómetro de las Américas, encuesta realizada por la Universidad de Vanderbilt, que ubica a Haití, Bolivia y Ecuador como las naciones con más alto índice de pedidos de soborno por parte de funcionarios públicos.
El 40% de los encuestados en estos tres países afirmó haber sido objeto de algún pedido de ese tipo en el último año, contra un 6% de Chile, el país más limpio de América Latina de acuerdo al citado estudio.
Todo parece indicar que, contrariando el discurso moralizador con que llegó al poder Evo Morales, bajo su administración la situación parece haberse agravado.
Factores como el creciente intervencionismo estatal acaban fomentando la corrupción, ya que, a más regulaciones, más oportunidades para los funcionarios de ejercer prácticas extorsivas.
También la impunidad suele operar en ese sentido. En Brasil, donde la presidenta Rousseff despidió a media docena de ministros sospechosos de corrupción, limpiando buena parte del entorno heredado de Lula da Silva, el índice del Barómetro de las Américas bajó al 11%.
Desregulación y justicia independiente parecen hacer parte de la fórmula a aplicar. Sin olvidar la necesidad de contar con un gobierno que no encubra a sus funcionarios corruptos…
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