Las pegas mandan en la Prefectura
El Prefecto para realizar una gestión eficiente tiene que estar colaborado por personas de su total confianza y no por personal impuesto.
Fue sorpresivo e intempestivo el cambio del prefecto de Cochabamba, Rafael Puente. En la mañana, en la misma Prefectura negaban el hecho, sin embargo, desde La Paz se oficializó esta situación y se dio de inmediato el nombre del sustituto que es el diputado e influyente dirigente masista, Jorge Ledezma.
Puente habló ampliamente con los medios de comunicación sobre las causas que le alejan de este cargo político y acusó a las organizaciones sociales ligadas al MAS de haberle impuesto un equipo de trabajo con el que no pudo desempeñar con mayor regularidad las actividades prefecturales. Así le hizo conocer en una carta al presidente Evo Morales.
Fueron los masistas quienes le dieron nombres de hasta sus más cercanos colaboradores y que en esas condiciones le fue difícil trabajar y Puente temía que por esa incapacidad de gente ajena a su confianza se le acumule responsabilidades por las que después no podrá responder.
Es natural y lógico que la primera autoridad de Cochabamba deba trabajar con su personal de confianza, sólo así podrá garantizar una buena gestión de gobierno departamental.
El Presidente pudo haberle ratificado su confianza a Puente y ordenar frenar las presiones; sin embargo, prefirió apostar por las organizaciones sociales que se han impuesto en los nombramientos del personal del Prefecto. Esta situación deja a Cochabamba en total incertidumbre. La incertidumbre de saber si el actual prefecto Ledezma también será “manejado” por organizaciones sociales, si es así, el futuro del desarrollo estará en manos del prebendalismo y del "peguismo". Será el cuoteo por pegas que se impondrá sobre el desarrollo del departamento.
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