El MAS cerró su campaña proselitista muy a su estilo. Desde muy tempranas horas en todas las entidades públicas las actividades estaban dirigidas al cierre programado para horas de la tarde de este jueves. En los ministerios y otras oficinas dependientes del Estado circularon instrucciones recordando que todos los empleados debían asistir al acto, que contaría con la presencia del presidente-candidato Evo Morales.
A partir de las 15:00 en las puertas de todas las entidades se instalaron buses y vehículos oficiales a donde eran introducidos directamente los empleados sin que existiera la posibilidad de que alguno pueda escabullirse.
En el lugar de concentración, los responsables de recursos humanos repartieron al promediar las ocho de la noche fichas a los asistentes las que deberían ser devueltas como constancia de su asistencia al acto de proclamación. Las sanciones para los inasistentes iban desde descuentos hasta el despido, puro y simple y sin derecho a pataleo.
En suma, los bolivianos (en transmisión directa del estatal Canal 7) solo presenciaron más de lo mismo. En el cierre de campaña se mostró sin disimulo alguno algo que fue una constante durante la campaña del partido en función de gobierno: el uso de los bienes del Estado para fines proselitistas y la permanente exacción de los funcionarios públicos, quienes para preservar su fuente de trabajo debieron asistir a las proclamas y realizar aportes económicos.
Por lo demás, durante el costoso cierre de campaña se escuchó el mismo discurso que se ha repetido hasta el cansancio en los últimos cuatro años: la industrialización de los recursos naturales, a pesar de que todo lo que ha hecho hasta ahora el gobierno del MAS va en dirección contraria y de lo único que pueden jactarse es de haber incrementado la “industria” de la cocaína.
Además, de aburrir hasta a los propios masistas enumerando los “éxitos” del gobierno, se reeditó un temita que con frecuencia utilizan Evo Morales y Alvaro García Linera, quienes suponen que son muy graciosos o tienen un agudo sentido del humor.
No deja de llamar la atención los motivos por los que ambos ponen con tanta frecuencia el asunto sobre el tapete. “Yo tengo novia pero Evo no”, dijo en esta oportunidad el vice y deja ante la duda sobre cual era el motivo de la alusión.
Con anterioridad el que ponía en duda las inclinaciones sexuales de Alvaro García era el propio Evo y al parecer esta fue la oportunidad de la revancha.
Se viven tiempos de tolerancia en el mundo en los que a nadie se lo quemaría vivo por sus preferencias sexuales pero cabe preguntar si este es un tema que deban dilucidar los candidatos del MAS en una proclama política, donde lo menos que se espera es que le digan a los bolivianos que harán por el país los próximos años cinco años si ganan los comicios.
Como el MAS no tiene plan ni programa de gobierno se van por la tangente. Sin embargo la insistencia con la que se refieren al asunto sobre la presencia o ausencia de mujeres en sus vidas, tanto Alvaro como Evo pareciera que son presas de un complejo (miedo a que se los tilde de gays o “maricones) y por ello suponen que este es un tema de capital importancia.
Si consideran que este es un asunto de interés para el país, ambos podrían cortar por lo sano y decir de una vez y sin tapujos para que lado juegan y así todos tranquilos.
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