Cualquiera gana en esas condiciones
Mauricio Aira
Sorprendido medio mundo con el 63% obtenido por Evo Morales en la presidenciales pasadas. Anticipados los resultados, no tardaron las felicitaciones y los reconocimientos incluyendo los de Estados Unidos, que en tres líneas leídas por el portavoz de la Cancillería Ian Kelly cumplió estrictamente con el protocolo en 45 palabras. Le siguió la Unión Europea en parecidos términos y los grandes de la tierra, además de sus adláteres Cuba y Venezuela ante quienes reiteró que avanzará con el estado socialista “a toda máquina”. La victoria resultó un hecho contundente que nadie ha puesto en duda, sin dejar de apuntar los factores que permitieron tal resultado.
Ganar en las condiciones que lo hizo no resultó nada difícil. Echó mano de todos los recursos del Estado transporte aéreo y terrestre, medios de comunicación a discreción, personal oficial declarado en comisión y voluntarios, socorridos con generosos viáticos (lejos los tiempos en que Filemón Escóbar gratificaba la asistencia de los cocaleros con un plato de fideos- uchu) con la entrega de obras realizadas por el gobierno contraviniendo determinaciones expresas del OEN, antigua CNE. Empleándose el presidente, sus ministros y funcionarios a tiempo completo (como aseguró Humberto Vacaflor) en lugar del tiempo libre que aplicaron los pobres opositores sin recursos, excepción hecha del empresario cementero que repartió abundantes recursos entre comunicadores y medios que lo favorecieron notoriamente.
Cómo no mencionar la campaña de amedrentamiento, intriga, desinformación y extorsión dirigidas contra los opositores al MAS, incluidos los equipos de fiscales y jueces para “meterle medio” a las personalidades que encabezaron los otros frentes, especialmente al conformado por Manfred Reyes Villa y Leopoldo Fernández en una acción que no cesó hasta el último instante a todo nivel, en todos los sitios, con enorme respaldo publicitario e injurias que incluyeron a las familias de los nombrados.
Cómo no comparar con las primeras elecciones del MNR luego del 9 de abril de 1952 cuando se imponía el candidato oficial con el voto comunitario, cero votos para el opositor que era invisible, o simplemente no existía. Ahora mismo observadores de la UE hicieron notas que en un 71% de las mesas electorales faltó el delegado opositor, sea por temor a sufrir maltrato de parte de los masistas, sea por falta de suficientes medios de los frentes participantes. Antes como ahora obtenía “abrumadora mayoría” el partido gobernante. En la tercera votación presidencial del MNR cambió el panorama resultante de la aplicación por vez primera en Bolivia de la papeleta multicolor y multisigno a sugerencia de los diputados Benjamín Miguel y Luis Ossio de la Democracia Cristiana.
Digno de destacar el rol de los medios de comunicación particularmente el equipo humano y técnico de Los Tiempos de notable actuación antes, durante y después del día de las elecciones generales en un despliegue ejemplar de recursos humanos y técnicos cubriendo todos los sectores con abundante material fotográfico, de filmación, de estadísticas y textos que nada tienen que envidiar a los mejores diarios de otras naciones. El trabajo de periodistas, fotógrafos e informáticos se inscribe en un libro de honor, para la historia del periodismo boliviano.
El equipo de Convergencia que obtuvo casi el 30%, 11 senadores y 40 diputados convertido hoy en la primera fuerza política después del partido de gobierno (MAS), no obstante todas las dificultades y la fuerza del poder público, alcanzó niveles importantes y se convirtió en referencia obligada de la política boliviana. A partir de ahora ningún gobierno extranjero, ni organización internacional seria podrá ignorar la presencia y el pensamiento de Convergencia (PPB) que sin haber obtenido porcentajes muy altos en el Congreso Nacional, asume un rol de interlocutor válido para toda negociación política futura. Lo triste es que la actuación del frente de Unidad Nacional contribuyó a distorsionar los resultados que pudieron haberse logrado en Tarija y Sucre y que finalmente fueron funcionales al MAS.
Bolivia tiene un nuevo gobierno. El mundo entero está pendiente de sus emprendimientos. Del respeto que vaya a mostrar por la propiedad privada, por la plena libertad de expresión, por el estado de derecho y el cumplimiento de los tratados y convenios internacionales suscritos antes de ahora por el Estado Boliviano. La mirada está puesta en el control del narcotráfico, de la moderación y cordura que observe en materia de armamento, agitación, compras (armas en Rusia, un avión presidencial de 100 millones de dólares, un satélite de comunicaciones en China por 300 millones de dólares) y otros rubros que han despertado susceptibilidad y resquemor en gobiernos vecinos como Chile, Perú, Colombia y parte de Argentina y Brasil.
En el acápite final no puede repetirse la violación a los Derechos Humanos con el resultado de muertos, heridos, torturados, presos y desterrados que han caracterizado al gobierno actual y del que parece olvidarse en un momento de fiesta y alborozo que hace escarnio de la justicia y el derecho.
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