El Hotel Casa Blanca de cuatro estrellas y propiedad de un acaudalado ciudadano boliviano de origen cochabambino, está ubicado en pleno centro metropoliticano de la moderna y pujante ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Es la residencia – sede del Presidente Morales.
Allí se reúne con miembros de su gabinete y recibe a importantes personalidades del mundo político, empresarial e institucional de la región, como parte de su persistente y tenaz campaña para lograr su segunda re-elección en las presidenciales del 2015.
La solidez del modelo de desarrollo productivo y autonómico del oriente y sur boliviano es una piedra gigantesca interpuesta en el recorrido aparentemente triunfal del proceso de cambio y la revolución democrática, como piezas fundamentales de la construcción del estado plurinacional y el objetivo final del socialismo comunitario.
Hubo que hacer ajustes importantes.
La ciudad “nido de oligarcas y terratenientes” que se intentó cercar con un “ejército” de militantes campesinos del MAS armados de fusiles, palos y escopetas al mando del Senador Surco, resistió el embate un par de años hasta lograr la instalación de la Feria Internacional. que es la expresión sin atenuantes de un proceso de desarrollo productivo y autonómico de medio siglo de trabajo y de integración racial y nacional.
Para destruir las bases historicas, económicas e identitarias de ese modelo el gobierno ha intentado de todo; represión indiscriminada desde el operativo Rozza, golpes a la producción mediante la prohibición de exportaciones y todo tipo de agresiones en base al control centralizado de los poderes del estado ahora bajo el mando supremo y directo del Presidente Morales.
La estrategia de la “liquidación” mediante el uso abusivo del poder no dio los resultados esperados.
La “tactica militar envolvente” pasó a ser dominante; el objetivo final sigue siendo el mismo; el “asalto” de la Casa de la Gobernación mediante el voto ciudadano las próximas elecciones y reemplazar como Sede de Gobierno al Hotel Casablanca de los hermanos Valdivia miembros de una importante cadena hotelera internacional.
La “guerra” política y mediática está en curso.
La batalla del periodismo y de los medios para impedir la cancelación de la libertad de expresión es parte de esa “guerra”, es una batalla importante pero tal vez por ahora aún no la decisiva.
El Gobierno central ha cometido un grave error y es el de haberse alineado e hipotecado geo - políticamente en el eje Caracas- Quito - La Paz que tiene pocas perspectivas de crecer frente al emergente liderazgo de Brasil y su modelo político.
Entretanto, lo que puede considerarse “la oposición”, sin articulación ni estrategia ninguna que no sea la defensiva, no atina a dar contenidos políticos e ideológicos al único modelo de desarrollo productivo y autonómico que es el modelo del oriente y sur boliviano.
Ese modelo exitoso, en pleno centro del Continente, es la alternativa obvia al intento monopólico de estado, autoritario y caudillesco que rige actualmente los destinos del país. (Creación de Guillermo Capobianco)
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