Con el nuevo y sorpresivo hit lanzado por el compositor y cantante cruceño Aldo Peña, se pone de manifiesto que la campaña electoral del oficialismo transitará por los caminos del circo, los debut futbolísticos, el vedetismo en la cumbre del G-77 y las apariciones en revistas de la farándula, con explosivas declaraciones al estilo de las celebridades de Hollywood.
Si se están matando en las minas de oro, si la corrupción salpica por todos lados y el caso Rózsa amenaza con rebotar en los niveles más altos del poder, eso qué puede importar. El oficialismo quiere armar su fiesta y todo indica que los primeros invitados al buri serán precisamente los que en su momento fueron acusados de terroristas y separatistas por defender la autonomía, un tema olvidado por la “Inteligentzia” local, siempre más proclive a carnavalear y a estar de feria que a defender la justicia y la democracia.
“Que levante la mano, que levante la mano”, dice la nueva cumbia villera de Aldo Peña, que tronaba en uno de los salones del mejor hotel de Santa Cruz. Como dice el tango “la Biblia junto al calefón”.
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