La política local se está contaminando rápidamente de ciertos vicios “plurinacionales” sobre todo cuando toca explicar lo inexplicable. Nos estamos refiriendo al incidente ocurrido con una periodista en el acto central de la Villa Primero de Mayo, respecto del cual, la Alcaldía ha emitido un comunicado en el que si bien se disculpa por la estirada de mano y el exabrupto lanzado por el alcalde, culpa de casi todo a la oposición, a los medios y a un supuesto complot al que se acusa de haber sacado las cosas de contexto.
En estos casos, el Gobierno central suele ser mucho más abundante a la hora de repartir culpas y buscar cómo confundir y quedar impune. En la siguiente ocasión, los expertos de comunicación locales podrían acusar a la derecha, a la embajada de Estados Unidos, a Goni, a Sánchez Berzaín (ahora que apareció) y por supuesto, a la Iglesia, Usaid, el imperio y un largo etcétera que normalmente no deja satisfecho a nadie, que no convence, pero al menos contribuye al folklore político que parece divertir a la platea.
Si se trata de expulsar a alguien también podría ir pensándolo, todo es cuestión de creatividad.
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