al cúmulo de dificultades económicas por la resistencia del Congreso a aprobarle su presupuesto para la continuación de la guerra, los dolores de cabeza para el ocupante de la Casa Blanca se multiplican: Crece en todo el mundo el pedido de "stop" a la guerra y el regreso de las tropas a casa. Lo gratificante es que decenas de miles de iraquíes están perdiendo el miedo y han salido a las calles con la bandera nacional gritando "no queremos un sólo soldado más" "queremos la paz y el fin de la ocupación". Las arengas de sus líderes religiosos suben de tono y los observadores empiezan a preocuparse. Se repiten de nuevo la historia de Viet Nam. Irán parece haber alcanzado el culmen en su producción de uranio para alimentar sus plantas atómicas, esperamos que para usos pacíficos, como lo proclaman. No tuvieron efectos las amenazas del Clan Bush, menos de su vice Cheney que parecía tan entusiasta con desatar otra guerra, ésta vez contra los persas.
A todo lo anterior, se suma el muy grave problema de miles, por no decir millones de ilegales, que a pesar del muro y de las vallas metálicas y electrizadas que se alzan en sus fronteras, siguen entrando a los Estados Unidos. Ahora Bush quiere poner sobre la responsabilidad del Congreso la solución al problema proponiendo la aprobación de medidas desesperadas, puesto que sus iniciativas anteriores terminaron en un fracaso.
La aproximación de Nancy Pelosi al gobierno de Siria, ha significado una rebaja del monopolio en el diálogo que mantenía la Casa Blanca, ahora se habla de otro viaje de la demócrata Pelosi, esta vez a Teherán en un gesto que hace estremecer a los halcones del Pentágono, de la Casa Blanca, de la CIA y el Wall Street. Todo sea por la Paz!
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