de nuevo se alborota el avispero, urgando el bonosol, tema muy sensible para los mayores de 65 años y que están cansados de ser objeto de manoseo. es que no se da cuenta el presidente que cada vez que se toca el tema, se logra inquietar al casi medio millón de bonosolistas
que de manera relativamente simple y segura, una vez por año pueden cobrar su beneficio en los cientos de ventanillas habilitadas en bancos, cooperativas, mutuales, etc., para que primero se anuncie que el capital debe ser aportado por las prefecturas, las municipalidades, las universidades de los recursos provenientes del negocio de los hidrocarburos. como quiera que las tres entidades nombradas han celebrado sendos acuerdos y han decidido unánimemente asumir el rechazo activo ante la disposición del ministerio de hacienda, el presidente ha dado un paso atrás y anunciado que a partir de enero se pagará otro subsidio mensual y vitalicio de 200 y 100 bolivianos a partir de los 60 años, lo cual significa que en lugar de 500 mil, quizá lleguen a 800 mil ciudadanos que recibirían el beneficio.
de inmediato surgieron las reacciones que calificaron de demagógica la medida, otros fueron más allá dijeron que se quiere disponer de los ancianos como de carne de cañón para las movidas políticas del régimen, disponibles para sus movilizaciones, y de pretender hacer sufrir un calvario de colas mes tras mes de los ancianos para pagarles una exigua suma, en lugar el monto anual que se ve mejor, resulta más práctico y seguro.
en suma, un nuevo frente a todos los ya existentes, siendo de lamentar que ésta vez los afectados resulten ese grupo de conciudadanos que merecen el mayor respeto.
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