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viernes, 30 de noviembre de 2012

Jaime Liendo desde OPINION trata de la pandemia de la corrupción. chantaje a personas determinadas como Jacob Osreicher manipuan la Justicia con mentiras y calumnias. reclama principios de ética y moral en la enseñanza


Nuevamente es necesario hablar sobre la corrupción que se está expandiendo aceleradamente como una incontrolable pandemia sobre los círculos oficiales que hoy son motivo de noticias en todos los medios de comunicación del país, pues en el Ministerio de Gobierno se ha descubierto una verdadera organización delictiva dedicada al chantaje de personas elegidas para este efecto, como es el caso del ciudadano norteamericano recluido en la cárcel de Santa Cruz acusado de estar involucrado en actividades del narcotráfico, quien por las inversiones que hizo en la compra de miles de toneladas de arroz, aparentemente era un inversionista con mucho capital al que se podía chantajear. Los detalles de tal acto delictivo, abundan en todos los medios de comunicación. Felizmente los chantajistas, fueron descubiertos y hoy están detenidos algunos, mientras otros están en fuga. ¿Cuál es la razón de tanta corrupción en el país? La mayoría de la gente puede ser que asevere que tal pandemia se debe a los sueldos y salarios bajos; mientras que otros dirán que es la ambición desmedida de enriquecimiento, etc. pero la verdadera causa, no solamente de la corrupción, si no de otros males nacionales como la falta de respeto a la palabra, el manipuleo de la Justicia, la mentira y la calumnia y muchas otras taras negativas es la educación en el verdadero sentido de la palabra, pues es desde la niñez que se debe aprender a convivir bajo las reglas morales de la ética y la honradez en todo momento y en toda circunstancia. Nuestro sistema educativo es ajeno a la enseñanza del comportamiento honrado, ético y respetuoso de las leyes, y acaso más bien es de tolerancia hacia esas disciplinas básicas que son la regla de oro para el progreso integral de las personas y del país. Entonces, lo necesario y urgente es diseñar un nuevo programa educativo en razón de la moral, la ética y el respeto a uno mismo y a los demás, que abarque con sus reglas a todos los ciudadanos y especialmente a los niños, continuando con la educación hasta la universidad y el comportamiento en la vida ciudadana. Lógicamente, que el nuevo programa, o sistema educativo debe iniciarse ya, para que sus benéficos frutos sean cosechados en la primera generación y en la reforma de los ciudadanos y padres de esos niños y jóvenes educados bajo el nuevo programa. Un ejemplo de verdadera educación en todo sentido es la del Japón, quien gracias a ello ha logrado subsistir con honor y fe toda clase de vicisitudes como ningún otro país en el mundo y se ha colocado en el primer puesto de honor de todos ellos, siendo ahora una nación digna de imitarse porque ha logrado un éxito integral en la moral, la ética y el progreso económico e industrial, y eso sin tener los recursos naturales que posee Bolivia.

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