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miércoles, 16 de abril de 2014

la paloma que dispara al cazador, el humor negro a que se refiere El Penoco. los apaleadores de Romero dicen que apenas se empujaron unos presos con otros, que "ellos no los tocaron ni con el pétalo de una rosa"...

En la época del Apartheid, circulaban piezas de humor negro que ilustraban el oprobio, la vergüenza, pero también la desfachatez de los abusivos. Decían que en Sudáfrica, cuando un blanco atropellaba a un negro, este último era acusado por destrucción a la propiedad privada. 

Esto sonaría increíble si no estuviéramos en la Bolivia del cambio, donde ocurren casos insospechados y sobre todo, explicaciones nunca antes vistas. A propósito de la golpiza que recibieron algunos detenidos en Palmasola, nada menos que el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Rodolfo Calle, dijo que los supuestos agredidos deben presentar un certificado forense para determinar los días de impedimento porque –dice el legislador- “no es lo mismo ser agredido que lesionado”. 

O sea que moretón más, moretón menos, no interesa el hecho grave consistente el escarmiento que le da un Gobierno sospechoso a unos individuos que tienen mucho para revelar. Pero aún hay más, pues el parlamentario no deja de poner en duda la agresión de la que fueron víctimas los detenidos supuestamente de parte de policías encapuchados que actuaron por orden de un viceministro. “Los privados de libertad están exagerando, a lo mejor han sido empujados nomás y ellos dicen que ha sido agresión”. Qué dirá Mandela.

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