Ni bien recibieron los primeros informes acerca del asesinato de Sophia Calvo Aponte, la plana mayor de la seguridad nacional, a la cabeza del ministro de Gobierno, Jorge Pérez y el comandante nacional de la Policía, Wálter Villarpando se trasladaron hasta Santa Cruz con intensiones de acaparar las cámaras y hacerse cargo de la difusión del operativo que permitió la captura de guardia de seguridad que apuñaló y luego estranguló a la infortunada bioquímica, cuyo cuerpo fue hallado en el maletero de su propio auto durante un control de rutina en la localidad de Puerto Pailas.
Durante toda la noche, Ronald Iván Fernández Chambi recorrió la ciudad con su víctima, estuvo bebiendo, visitó un prostíbulo y hasta fue detenido por policías de Tránsito que lo llevaron a una comisaría de la Villa Primero de Mayo, donde según algunas versiones periodísticas tuvo que pagar una “multa” por conducir borracho y sin licencia de conducir. Pese a todo lo dejaron ir y luego en Pailas lo arrestaron porque a los guardias les pareció sospechoso que un humilde vigilante circule en un vehículo último modelo.
El ministro Pérez tenía la intensión de rociarle flores al plan de seguridad que inició su predecesor en el cargo y ahora candidato a senador Carlos Romero. Sin embargo, con este panorama eran más las dudas y las preguntas por responder y los afanes propagandísticos se le volverían en contra. Se suspendió la conferencia de prensa disqué “por respeto a la familia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario