Mauricio Aira
Carlos Valverde desde SC nos ofrece un video con las declaraciones de Evo Morales efectuadas en El Chapare las que, al estar con La Razón, “han enrarecido el ambiente político desde siempre agobiado de tensiones y pugnas” aunque horas más tarde funcionarios del Gobierno trataron de amenguar los efectos del spich, olvidando que “palabra suelta no tiene vuelta” y que el daño ya es irreparable.
El Diario se ha preguntado “Si el Sr. Morales tiene el poder en las manos, porqué quiere aplicar medidas de fuerza instigando a las masas que lo apoyan a enfrentarse con aquellas que no lo apoyan? Aquella declaración aparecía como una suerte de llamado a las armas para emprender una guerra civil entre regiones”. Es evidente que cuando unas afirmaciones vistas y oídas sin lugar a la menor duda son hechas por el Jefe del Estado refiriéndose a la toma de armas para frenar las autonomías surgen temores de toda clase en la ciudadanía y cunde la desconfianza ante la ausencia de prudencia y serenidad.
Las explicaciones posteriores “cómo mi Gobierno, un gobierno del movimiento campesino, del movimiento social, puede dar instrucciones desde el Palacio o los Altos Mandos para que se usen armas contra el pueblo? Eso jamás va a ocurrir, porque por encima de todo está la unidad de los bolivianos”, no han sido suficientes para bajar la tensión que subsiste exacerbada por los desastres nacionales, las inundaciones y ahora la sequía que convierten en dramática la vida de todos los bolivianos especialmente de los pobres que ven subir día a día el precio de los alimentos, la pérdida de sus bienes que les ha despojado de lo más elemental, ante una ayuda generosa del exterior y de las campañas internas de solidaridad pero insuficiente para aliviar tantas necesidades.
En los 26 meses de la actual administración ya podrían advertirse los resultados y que se exhiban los cambios realizados y expliquen los que se esperan dejando de lado el encono y el odio, que enerva y rebela puesto que la mención cotidiana del mismo discurso está agotando al pueblo que convencido de tener un gobierno elegido con casi el 54% piensa que debería ponerse a manejar el Estado con sensatez, sabiduría, honestidad dejando de lado los condicionamientos foráneos y aplicando las Leyes, puesto que “la Justicia es reina y señora de todas las virtudes” (Cicerón) y observando la prudencia especialmente recomendada para momentos de crispación política.
No extrañe entonces que toda la prensa de Potosí a La Paz, del Beni a Tarija se hubiese manifestado en términos similares, con la renovada esperanza, por enésima vez , de enmendarse tal conducta, de hacer votos porque el Presidente comprenda de una buena vez que es como “el pater famlies” de cambas y collas, de blancos, mestizos e indios, de hombres y mujeres y que en éstos días de un viaje largo, se tome tiempo para entender a Aristóteles y saber que la principal virtud del buen gobernante es la prudencia y ésta se aprende por la práctica: 1. pidiendo consejo, 2 analizando para decidir y 3. hacerlo y sostener la decisión.
Oportuno repasar a Ted Córdova un inteligente periodista boliviano con muchos años en los Estados Unidos que asegura “Evo actúa de ésta manera porque desconoce la historia, constantemente habla de que quieren deponerlo o aun matarlo y exhorta a sectores sociales y a las Fuerzas Armadas a alistarse a luchar contra la oposición y otros sectores de la población, actúa contra influído por el beligerante presidente venezolano y ciertos asesores de su partido que agrupa a lo más frustrado de la izquierda extrema más interesados en sacar partido del presidente indígena”.
Siguiendo el hilo de su artículo (http://boliviaprimeraplana.blogspot.com) Córdova afirma que prácticamente todo Bolivia vio con simpatía cómo el indígena Morales llegaba a la presidencia, “pero hoy existen dudas. Es que, como en los movimientos que se apoyan en religiones en el asunto del poder indígena también existen verdades a media, mitos y prejuicios que, si se toman el pie de la letra, como reglas indiscutibles caen en la tentación totalitaria” Fundamentalismo que se aplica a la intransigencia, al oscurantismo retrógrado y proviene de la turbulenta historia de movimientos protestantes de USA, recuerda que luchas indígenas siempre hubo Tupac Amaru, Tupac Katari martirizados por sus ideales, termina el análisis al señalar que Bolivia en dos siglos se ha desarrollado como república. “El fundamentalismo indígena plantea que los blancos o –karas- y mestizos están demás. Sobran. Lo cual es absolutamente irreal”. Según cifras oficiales los originarios son sólo un 30%, de modo que las ideas de “pureza o limpieza étnica” de los fundamentalistas indígenas están absolutamente fuera de la realidad. El propio “cholo” Evo Morales que por demagogia desató esta confusión es un mestizo. Su propio apellido es de origen ibérico y ni siquiera es el primer Morales (se refiere al Presidente Agustín Morales que gobernó en 1871 y resultó muerto en una reyerta con sus edecanes el 27 de nov. 1972 a los tres días de haberse declarado dictador) que ocupa el atávico sillón presidencial del Palacio Quemado de La Paz”.
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