Evo Morales suma ahora una nueva perla a su rosario de sugerencias médico-gastronómicas, dignas de figurar en una antología universal del disparate. El presidente acaba de afirmar que “el jugo de palmera es un buen viagra” y que “tomarlo de noche es un peligro”. ¿Seguirán su consejo las bases del Chapare y se dedicarán a plantar palmeras, transformándose de cocaleros en “viagreros”? No queremos poner en duda la veracidad de la información presidencial, que el mandatario ya habrá sometido a la debida prueba experimental, pero creemos que debería consagrar su tiempo a tareas algo más útiles, como la reducción de la pobreza y la generación de un clima de concertación nacional.
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