del análisis a los resultados de la campaña electoral en Estados Unidos y que se han publicado en los últimos días, particularmente el fin de semana, se puede advertir que existe un temor generalizado y presagios de la aparición de violencia política si se tiene en cuenta la historia reciente y lo sucedido con Luther Martin King que fue asesinado, justamente hace 40 años por su trabajo en favor de los derechos de los ciudadanos de color, con reconocido valor moral y el enorme prestigio de haber sido galardonado como Premio Nobel por la Paz. se asocia al temor de hoy las muertes de John F. Kennedy y de su hermano menor Robert igualmente asesinado algunos meses más tarde. Es que la elección actual rompe todo el esquema de la tradicional política estadounidense. Hillay Clinton de ser elegida sería la primera mujer en la historia del coloso del norte, de ser elegido Barck Obama se trataría del primer negro en aquella misma historia.
Para explicar el porqué de los temores, expresados por más de uno en los diarios suecos, como Britt-Marie Mattsson que realiza un seguimiento del proceso desde distintos estados, se apela al hecho de no haber sido Obama hasta antes de ahora ningún líder de los movimientos ciudadanos como en su momento fue King. Barack no ha pertenecido a los lideres del los negros, ni de los musulmanes, ni siquiera tiene raíces en las iglesias negras, si bien de padre negro y de madre blanca no es ni siquiera considerado un negro puro ni radical, aunque todo el mundo reconoce que hasta ahora se ha convertido en el líder negro más importante después de Luther King. La esposa de Barack reveló que desde mayo pasado la pareja tiene protección policial las 24 horas al día, lo que resulta un récord de seguridad con guarda espaldas que no se había dado antes. Obama pasó con su comitida por el Daley Plaza en Dallas, donde Kennedy resultó asesinado. se rumorea que sus presentaciones públicas provocan inquietud por su seguridad, la situación con Hillary es algo diferente por cuanto siendo primera dama, gozó los ocho años de rigurosa protección la que se repite éstos días de la campaña que está llegando a su kúlmen para la nominación por el partido demócrata. Lo cierto es que a cuarenta años de aquellos dramáticos sucesos, no todo está tranquilo porque los mismos fantasmas rondan los escenarios en la política estadounidense agitada hoy en día además por turbulencias en el mundo financiero de la potencia.
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