La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Bolivia mostró hoy su preocupación por los linchamientos cometidos en la última semana en el país y llamó al Gobierno a reforzar la administración de justicia para evitarlos. En un comunicado, la Oficina pide al Ejecutivo de Evo Morales que "fortalezca el sistema de justicia y otros órganos encargados de velar por la seguridad pública" para evitar casos de linchamientos como los de esta semana. El pasado lunes en la localidad andina de Achacachi, feudo de los "ponchos rojos" (indígenas radicales afines al presidente), dos personas resultaron muertas y nueve heridas a manos de una turba que los atacó porque presuntamente los sorprendieron robando.
Los vecinos de Achacachi golpearon durante horas, rociaron con gasolina y quemaron a los presuntos ladrones hasta acabar con la vida de dos de ellos.
El linchamiento de los delincuentes sorprendidos "in fraganti" es una práctica relativamente habitual en la región andina boliviana, que algunos sectores indígenas reivindican como "justicia comunitaria", aunque incluso el Gobierno de Morales lo rechaza. El Alto Comisionado manifiesta en su comunicado su "profunda preocupación por los hechos de violencia" protagonizados por los ciudadanos de Achacachi, en nombre de "una mal denominada justicia por mano propia". "Asimismo, preocupa a la Oficina que este tipo de actos delictivos continúen siendo asociados con la práctica de la justicia comunitaria", señala el documento
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