El folklore boliviano da para todo y mucho más la política plurinacional con exponentes como el viceministro de Agricultura, Víctor Hugo Vásquez, un personaje de Condorito que quiere que los bolivianos nos volvamos "comegatos". El susodicho no sabe qué hacer para disimular el desastre beniano y hace cuentas muy alegres de las pérdidas. Para él, como hay siete millones de cabezas de ganado en el país y solo se han muerto alrededor de 100 mil, eso representa el 1,4 por ciento de pérdida.
Lo mismo en la agricultura, minucias, "pichiruchadas", insignificancias que ni siquiera vale tomar en cuenta. Este hombre debe pensar que las reses que no se han muerto en el Beni, están gordas, bien alimentadas, que van a parir sin falta y que no van a sufrir ninguna enfermedad, pues las aguas van a bajar en unos cuantos días.
Por último, dijo, nadie se va a morir de hambre, tal como sucedió en el 2008, cuando las inundaciones fueron más letales. También ha sugerido imitar a algunos países que comen perros y gatos para paliar la crisis alimentaria. Tal vez el Viceministro podría empezar dando el ejemplo y para ello no tiene más que recurrir a su compañero presidente del Senado, Eugenio Rojas, experto en eso de hincarle el cuchillo a los pobres canes.
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