En el 2006 y el 2007 las inundaciones causaron aún más estragos que las actuales, aunque todo indica que este año las cosas pueden empeorar de manera dramática. Dios no lo quiera. En aquella ocasión la ayuda humanitaria para las regiones afectadas se politizó de una manera burda y alevosa, privilegiando a aquellos sitios leales al oficialismo y descuidando los lugares que no favorecieron con el voto al oficialismo y que se encontraban haciendo una labor de resistencia al proceso de cambio.
Pese a que no se puede decir que hubo descuido, los primeros mandatarios del país nunca se han demostrado especialmente sensibles ante los momentos de dolor y muy pocas veces han visitado las zonas de desastres y menos involucrarse en labores directas, a no ser para la entrega de obras o la repartija de cheques. Una vez el Presidente tomó una fumigadora cuando el dengue hacía estragos en Santa Cruz y por poco sale lastimado, pues un desperfecto provocó fuego en la máquina.
Estamos en un año electoral y como nunca, los jefes de Estado han demostrado su solidaridad en algunos pueblos inundados, sin importar el color político. El Vicepresidente fue fotografiado cargando una bolsa con alimentos y en las redes sociales comentaron: "luz, cámara... show".
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