Para que no se conozca la profundidad del pozo no es un recurso nuevo; lo hacen todos los que tienen que evitar que se conozca la verdad. Es lo que pasa hoy, cuando se intenta distraer el tema central de una denuncia de posible tráfico de influencias con temas que no debieran estar en discusión y que buscan victimizar a los sospechados, con el afán de hacer bulla por otro lado, como si fuera posible distraer a la opinión pública del tema central de debate, es decir, de la corrupción que parece haber tomado un importante espacio en el Gobierno.
Los gobernantes debieran aclarar la relación que los liga con la empresa china CAMC, a la que se le han encargado varias obras por cientos de millones de dólares (más de 500), cuando se sabe que es una empresa que se adjudica contratos y recontrata otras empresas chinas para que trabajen por ella, tal como ocurre en Bolivia con la empresa también china Sinohydro. El tema es que se conoce que Sinohydro es la empresa traída o contratada por CAMC para que ejecute al menos dos de los proyectos adjudicados a CAMC. Entre los que trabajan en el área (y en el Gobierno) conocen que Sinohydro se hacía cargo de la construcción del FFCC Bulo Bulo-Montero, Tramo 1 (Sinohydro 4.2); sería interesante saber por qué razón Synohydro 4.1 (que tiene que ver con petróleo) estaba a cargo del proyecto Misicuni; sería muy bueno que se explique a la opinión pública que el proyecto del FFCC tenía dos tramos encargados a dos empresas diferentes: CAMC y China Railway Engineering Corp, que no son lo mismo, pero a ambas empresas le rescindieron contrato; una de ellas, la CAMC, impugnó la resolución, interpuso un amparo constitucional y lo ganó, mientras el Gobierno informaba que procedería a cobrar la boleta de garantía (el fallo subió a consulta a Sucre). China Railway se fue sin objetar.
Qué bueno sería que se nos diga si cuando CAMC argumenta en su “Presentación de nueva propuesta a considerarse” (dirigida al Ministerio de Obras Públicas, el 18/12/15) que el proyecto “sufrió importantes variantes económicas en el desarrollo del proyecto y financieras que ameritan ser ajustadas”, se refiere al tremendo error de cálculo del número de alcantarillas y el desfase del precio de la obra por tal situación en casi $us 20 millones, lo que denota un deficiente trabajo previo a la construcción de la obra adjudicada por una simple Resolución Administrativa (MOPSV-VMSV 007 – 02/09/2013), es decir, sin licitación, o si fue otra causa el motivo del desfase. Sería bueno saber todo, así nos quejamos menos
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