De la masacre en El Alto al anuncio presidencial de que está en curso una evaluación capaz de llevar a la expulsión del principal diplomático de EE.UU. en Bolivia, los acontecimientos negativos han dominado las primeras páginas de los medios a lo largo de toda la semana.
Hay todavía un déficit informativo cuya cobertura el público aguarda para contar con un cuadro que refleje mejor lo que ha ocurrido estos días. Este fin de semana, la cuenta, cuyo monto luce incalculable, yacía sobre la mesa del partido de gobierno y los acreedores exigían el pago a la vista.
Como anticipo inicial de la cuenta a pagar, el gobierno tendría al viceministro que declaró, cuando aún estaban tibios los cadáveres de las seis víctimas de la masacre y algunos de los heridos en terapia intensiva, que lo ocurrido había sido un auto-atentado, exabrupto que luego intentó corregir. En la categoría inicial de abono a cuenta estaban muchos de los rostros que la TV consiguió filmar.
La alcaldesa Soledad Chapetón exhibió fotografías de algunos de los actores del ataque a la sede de su municipio y al concitar admiración nacional desató una onda de solidaridad que ejecutores y estrategas de la violencia no esperaban. Se erigió de nuevo en la expresión más legítima y heroica de esa urbe, que un tiempo se creyó que era bastión inexpugnable del gobierno.
A pocos días del suceso, ahora inscrito entre las tragedias tormentosas del municipio más joven del país (el 6 de marzo cumplirá 31 años), aún están oscuros los detalles de la marcha padres de familia contra la autoridad municipal, hace solo meses en funciones y ante problemas arrastrados desde las administraciones anteriores cuando los recursos eran abundantes. No se ha conocido un listado de falencias, menos aún de los costos de subsanarlas. Sin esos detalles, una explicación de lo ocurrido tendrá el esqueleto incompleto.
Solo un par de noches antes, durante una entrevista en un programa nocturno de televisión (PAT, No Mentirás), el presidente Evo Morales había esbozado la posibilidad de expulsar al Encargado de Negocios de Estados Unidos. Detalles de la entrevista estaban a la mano y pudieron ser mejor utilizados por los medios.
Era válido transcribir algunas citas, como cuando dijo que provenía de la embajada de Estados Unidos la divulgación de la noticia sobre su aventura con una joven de la que nació una criatura que este 30 de abril cumpliría nueve años.
La entrevistadora mostró en pantalla la imagen del Encargado de Negocios y le preguntó si consideraba su expulsión.
¨Vamos a evaluar, vamos a evaluar¨, dijo. ¨Pero, sí, en nuestra gestión no vamos a aceptar ninguna conspiración que venga de afuera. Estamos documentándonos para hacer una evaluación oportunamente¨.
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