Puede usted creer? Les dejaron solos. Los policías se fueron y les dejaron solos. ¡Eso no se hace! No vale. El pobre Comandante de las Fuerzas Armadas, lloraba compungido en la puerta del Palacio de Gobierno. Iba a quejarse a su Comandante en Jefe, de la conducta de la Policía que dejó abandonada a las Fuerzas Armadas en Sucre.
Que yo sepa cuando la Policía es rebasada por los “movimientos sociales” entonces sale el Ejército para poner las cosas en su lugar. Pero ahora me “he dado de cuenta” que no era así. La Policía tiene el deber de cuidar de las Fuerzas Armadas. Nueva relación establecida desde su Comando.
¡He ahí! Los Comandantes que tienen nuestras Fuerzas Armadas. Esos que sin respetar la carrera militar fueron ascendidos a esos cargos por el Gobierno del MAS y corrieron apresurados a cuadrarse y jurarle lealtad. Bueno, son los mismos que sólo saben llorar porque a los soldados que envían para enfrentarse al pueblo salen humillados debido a que la Policía los dejó solos.
Así están las cosas en Bolivia. Una policía que se retira al ver la furia de un pueblo provocado por un político cocalero acostumbrado a generar luto en Bolivia y unos soldados que se repliegan protegidos por civiles para que no los golpeen, mientras su Comandante corre a quejarse a su Gobierno, que ahora – Ministro de Gobierno por medio – les pide que laven su honor.
Si en las Fuerzas Armadas hay todavía militares de honor, antes que seguir las vedadas instrucciones del Ministro de Gobierno Rada, debían poner en su lugar a ese Comando inútil y cobarde para ostentar el orgullo de dirigirlas. Las Fuerzas Armadas no se merecen a los Comandantes que tienen y no se merece que sean tratadas como trapo sucio para ir a limpiar los deshechos que el MAS esparce por toda la república.
Ya está de buen tamaño que la cobardía gubernamental se esconda detrás del concepto de discriminación cuando a sus huestes aleccionadas para ir a generar enfrentamientos se las pone en su lugar. Miremos nomás la diferencia. Cuando se agrede a mujeres parlamentarias, cuando se golpea a ciudadanos en Sopocachi, cuando se patea y golpea por instrucciones de los Altos Mandos del Estado Mayor del Pueblo eso es “conducta revolucionaria y justicia comunitaria” pero cuando se les aplica la misma receta “es discriminación”. ¡Váyanse al diablo!
La filosofía de la responsabilidad implica una relación directa entre la autoridad y la responsabilidad. A mayor autoridad y libertad para decidir mayor responsabilidad. Por tanto el mayor responsable de los sucesos de mayo en Sucre es el Gobierno de Evo Morales. Gobierno que en vez de asumir con valor civil sus actos, se esconde buscando a las Naciones Unidas como paño de lágrimas por lo que ellos mismos ocasionan.
Es que Evo Morales y su pandilla cocalera, siempre fueron muy “vivos” para enviar gente a que muera mientras él se escondía en el Chapare. Lo de Sucre fue un acto irresponsable de Evo Morales para enviar policías y militares a que amedrenten al pueblo, todo con el afán de llegar como dios aymara y ponerse a repartir donaciones de gobiernos como el de España, como si fueran ofrendas suyas. Ese constante deseo de provocar sangre está en su propio ser. Por eso con este señor no puede haber diálogos de ninguna clase. Y quienes tratan de mostrarse condescendientes con sus idas y venidas, con sus ideas fijas para “darse de cuenta” para “sentir” o para no “saber cómo entender” lo único que hacen es darle cuerda al reloj. Y ya está de buen tamaño.
Evo Morales ha fracasado como dirigente, como Presidente y como hombre. Nada tiene ya que darle a Bolivia sino son mayores días de luto, sangre y dolor. Nada puede remediar todo lo que ha quebrado en Bolivia: la comprensión social, la solidaridad entre bolivianos y lo más grave la unidad nacional. Todo lo que ha tocado ha convertido en odio. ¿Con este señor quieren dialogar?
Y las Fuerzas Armadas que tienen la obligación de pronunciarse para poner basta a las movilizaciones de las huestes cocaleras masistas, se esconden debajo las frazadas de la policía. ¿Alguna vez Bolivia estuvo tan desprotegida? (De www.hoyBolivia.com)
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