(de Centa Reck en www.hoyBolivia.com)
La concentración que dio fin a la campaña por el referendum por estatutos tuvo por eslogan "Jenecherú", un vocablo chiquitano que significa "fuego que nunca se apaga".
Recordemos que el descubrimiento del fuego se constituye en un gran paso dentro de la etapa salvaje de los grupos humanos, tanto así que les permite entrar en la barbarie. El fuego significa la posibilidad de salir de la oscuridad y sus peligros, protegerse de las inclemencias climáticas, tener lumbre y calor, poder cocinar los alimentos, y todo esto redunda en un mejor nivel y calidad de vida, en posibilidad de generar actos sociales para generar una cultura, instituciones, núcleo, gen, grupo, familia, fratria, leyes, justicia.
Por todas estas bondades las tribus chiquitanas esparcidas en los montes que luego dieron lugar a nuestro departamento, le asignaron al fuego el sonoro nombre de jenecherú.
Se vuelve enormemente significativa la metáfora del fuego que nunca se extingue; mucho más si nos imaginamos los desvelos y la gran hazaña que significó para nuestras tribus de origen el mantener el fuego vivo, el enorme esfuerzo que han debido desplegar quienes se constituían en guardianes del fuego sagrado.
Nuestra comunidad se reunió anoche para jurar a los pies del Cristo Redentor que extiende sus paternales brazos sobre nuestra ciudad, que nunca dejarán apagar el fuego de la autonomía, que estas tienen que cumplir el papel de sacarnos de las cavernas del centralismo, que tienen que constituirse en una luz que nos permita encontrar el camino por el que se debe conducir nuestro pueblo hacia el horizonte de progreso y bienestar que se merece.
A los pies del Cristo, el presidente del Comité Cívico Branko Marinkovic prometió que sembraremos la semilla de la democracia, la libertad y la autonomía; semilla de la que nacerá el país que esperamos construir.
La gran concentración se constituyó en una marea humana que despejó toda duda, que le respondió por si misma al gobierno de Evo Morales, que lo dejó out side a su amigo de la OEA Dante Caputo, quien vino a tratar de hacerle un maquillaje internacional a las derrotas que ha comenzado a cosechar su gobierno.
Dante Caputo dijo que le aliviaba comprobar que Santa Cruz no quiere violencia, lo que quiere decir que si hay focos de violencia con seguridad que serán provocados por sectores que apoyan al gobierno y que se encuentran desbandados ante la posibilidad de que las autonomías se impongan sí o sí.
El prefecto del departamento Rubén Costas respondió a propósito de las expresiones de Caputo: Frente al amedrentamiento el voto, le vamos a devolver con voto, acotando luego cuando se dirigía a la multitud que exigía autonomía: Nosotros somos sin dueño, lo que significa que el fuego de la autonomía nos permite ver que debemos comenzar a labrar nuestro futuro desde la condición y el ejercicio de gobiernos departamentales autónomos, que nos llevarán a salir de lo crudo a lo cocido, con todo lo que esto significa en el sentido de apreciarnos, de exigir nuestros derechos, de aprender a cuidar lo que nos corresponde, de salir del canibalismo, de pasar de la violencia pasiva o activa al arte de vivir con calidad. Santa Cruz volvió a decirle SI a la autonomía, volvió a confirmar que desea vivir dentro de un régimen de autonomía departamental que respeta su origen, su identidad, los principios y la visión de país que profesa.
Santa Cruz, se confesó una vez más autónoma a los pies del Cristo Redentor.
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