La Hna. Johanna Laura, Abadesa del convento circistence Nuestra Señora de Nazareth en Apolo señala que las 11 religiosas que viven en esta abadía se encuentra intranquilas y con temor tras el hecho de la toma de predios del monasterio.
La Hna. Joanna señala que la comunidad religiosa se encuentra intranquila frente al atropello sufrido, comenta que las cerca a 100 personas que han tumbado las paredes con picota han instalado carpas estas acciones realizadas de forma arbitraria y sin ningún previo aviso se ha realizado aparentemente apoyados por dos concejales del municipio de Apolo y a la cabeza de Hugo Ortiz, Norah de Ortiz y Manuel Vidaurre dirigentes de la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo (CIPLA).
“Cuando nos avisaron que se habían entrado a los terrenos quisimos hablar con ellos pero no nos dejaron y comenzaron a insultarnos, la propiedad ha sido comprada por la congregación en 1963 a una señora viuda de apellido Valencia, todo esta en orden con papeles en derechos reales y folio real, no se como se han atrevido a entrar a estos terrenos”.
Asimismo la religiosa informa que en el lugar tomado existían sembradas 80 plantas de mara, 50 plantas de cedro y ceibo además de un pequeño ganado, con la voz quebrantada la religiosa cuenta que estas personas al entrar han destruido todo aquello y han expulsado al ganado del lugar, la comunidad se dedica a la forestación de la zona plantando estos árboles. Al momento la congregación junto a la diócesis de Coroico han iniciado las medidas legales contra esta acción que se califica como atropello.
La religiosa recuerda que el convento cumple con la función social desde la fundación del convento en Apolo, “este monasterio no trabaja para nosotras mismas, trabajamos para la comunidad, para las familias, día a día ofrecemos nuestro trabajo a la comunidad, tenemos jóvenes en el internado que les damos alimentación, alojamiento y material escolar gratis y no se puede comprender que nos atropellen de esa forma, yo pido a esas personas que mediten sus acciones”.
La Hna. Joanna señala que la comunidad religiosa se encuentra intranquila frente al atropello sufrido, comenta que las cerca a 100 personas que han tumbado las paredes con picota han instalado carpas estas acciones realizadas de forma arbitraria y sin ningún previo aviso se ha realizado aparentemente apoyados por dos concejales del municipio de Apolo y a la cabeza de Hugo Ortiz, Norah de Ortiz y Manuel Vidaurre dirigentes de la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo (CIPLA).
“Cuando nos avisaron que se habían entrado a los terrenos quisimos hablar con ellos pero no nos dejaron y comenzaron a insultarnos, la propiedad ha sido comprada por la congregación en 1963 a una señora viuda de apellido Valencia, todo esta en orden con papeles en derechos reales y folio real, no se como se han atrevido a entrar a estos terrenos”.
Asimismo la religiosa informa que en el lugar tomado existían sembradas 80 plantas de mara, 50 plantas de cedro y ceibo además de un pequeño ganado, con la voz quebrantada la religiosa cuenta que estas personas al entrar han destruido todo aquello y han expulsado al ganado del lugar, la comunidad se dedica a la forestación de la zona plantando estos árboles. Al momento la congregación junto a la diócesis de Coroico han iniciado las medidas legales contra esta acción que se califica como atropello.
La religiosa recuerda que el convento cumple con la función social desde la fundación del convento en Apolo, “este monasterio no trabaja para nosotras mismas, trabajamos para la comunidad, para las familias, día a día ofrecemos nuestro trabajo a la comunidad, tenemos jóvenes en el internado que les damos alimentación, alojamiento y material escolar gratis y no se puede comprender que nos atropellen de esa forma, yo pido a esas personas que mediten sus acciones”.
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