El presidente Morales habló durante más de cinco horas y media en el acto de celebración de los diez años del Estado Plurinacional de Bolivia.
El vicepresidente discurseó otra media hora, lo que provocó deserciones, algo de sueño y un par de desmayos. Una de las cantaletas del discurso oficial repite lo buenos que son en comparación con los "sucios" y "torpes" neoliberales.
Eso se tendrá que ver ahora que se vienen tiempos de crisis que normalmente hacen huir a los socialistas. A estas alturas siguen comparándose las cifras de hoy con las anteriores al 2006 como si no hubieran transcurrido dos periodos del "proceso de cambio" sobre los que hay mucha tela para cortar.
Esperemos que el 22 de enero de 2017 se rinda cuentas de lo que está pasando en la actualidad con la caída de los ingresos y el recorte de los proyectos, obras y repartija. Bastará con el balance de un año de "vacas flacas" para ver si tienen uñas de guitarrero. Por ahora las uñas han servido para otra cosa.
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