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lunes, 6 de agosto de 2007

Oración por Bolivia

Padre Nuestro que estás en Bolivia! Santifiquemos tu nombre cada día en cada uno del millón, 96 mil kilómetros cuadrados de la pródiga superficie que nos diste por heredad. Pronunciemos tu nombre Santo, quitándonos el sombrero, las ojotas o el calzado y sobretodo despojándonos de la maldad y abriéndote nuestro pecho aún, si tan sólo podemos hablarte en quéchua, aymara o en 30 lenguas diferentes, o si tenemos poca o ninguna lectura en nuestro haber.

Digamos profundamente el “fiat voluntaes Tua”, que se cumpla tu Voluntad, que se ejecute tu palabra en el Plan que tienes para cada uno de nosotros tus hijos, la gente de tu Iglesia y la que no pertenece a ella. Cúmplase tu mandato en toda la tierra boliviana, no sólo por los nacidos bajo su límpido cielo, sino también por todos cuantos en ella moran y para los que habiendo nacido aquí, hoy viven lejos de Bolivia!

Que no nos falte el pan!, ni siquiera en los días de ira, cuando poseídos de odio y olvidándonos de Tí, nos lanzamos al bloqueo, a cumplir la consigna de causar el mayor daño posible a nuestros propios hermanos, sólo porque el pigmento de su piel es diferente, o porque sus billeteras están más gruesas y el color de los cabellos es negro o rubio. Que tengamos el valor de asumir los cambios necesarios para mejorar nuestra sociedad con desprendimiento, sin egoísmos en los ayllus, comarcas y ciudades.

Perdón Señor, Perdón! Damos la fuerza de perdonar a los que nos insultan por la calles, por las radios o la teve, por los que ofenden nuestra dignidad o nuestro orgullo o amenazan quitarnos lo que más queremos. Perdón porque hemos perdido el miedo a tu Verdad, a tu Justicia, a tu Sabiduría! Nos está faltando tu Luz para sobrellevar la contrariedad de cada día, porque siempre le echamos la culpa de nuestras faltas al vecino, al indio, al mestizo, al blanco que es nuestro prójimo y es nuestro vecino. Perdón porque nos falta humildad para acusarnos de nuestros propios pecados, y somos hábiles para echarle la carga al compañero de trabajo, de estudio, de cuartel o al hermano que vive bajo el mismo techo!

No nos dejes caer en la tentación de las marchas de protesta, de las huelgas de hambre, de las crucifixiones y vigilias en lugar de la oración, el diálogo, la tolerancia para sustituir el odio que se digiere en las asambleas, en las juntas, en los linchamientos o los incendios provocados por la impotencia, por el olvido que hacemos de Tu Misericordia y del Amor que no terminamos de aprender y lo reemplazamos por la falsa dirigencia del gremio, del partido, del sindicato violento e impulsivo! Ayúdanos a tomar conciencia de que cholos, indios y mestizos, ricos y pobres, collas y cambas somos todos hijos tuyos, hermanos en la heredad!

Líbranos Señor de nuestros propios demonios! De los que hemos ido creando por habernos olvidado y separado de Ti!, Líbramos de la tentación de alzar las armas para imponer nuestra voluntad sobre la ajena. Líbranos del mal habido que nos esclaviza, nos somete, nos convierte en sus dependientes. Haz que veamos la Luz, recuperemos la majestad de tu imperio y autoridad, el remanso de Paz que nace de escuchar tu Palabra, de respetar al hermano, de cumplir con la Ley que nosotros mismos hemos dictado en esta Patria, llamada Bolivia. Así sea por siempre, Señor. Amén!

1 comentario:

Higera dijo...

POBRE, BURGUES ES UNA VERGUENZA PARA LA LOS BOLIVIANOS, YA ESTA CAMBIANDO TODO EN BOLIVIA.

VIVA BOLIVIA
HIGUERA