De acuerdo a los cálculos de la ONU, la coca excedentaria en el país es más del doble de lo permitido por la Ley 1.008, que establece 12.000 hectáreas, y según monitoreo existen más de 25 mil. Todos sabemos que hablar de números en Bolivia es como tratar de alambrar el cielo y ni siquiera somos capaces de saber qué cantidad de habitantes tiene el territorio. Pero hay ciertas cifras que merecen atención.
Por ejemplo, ¿dónde está la coca? Según el mismo informe que tanto alaba los esfuerzos del Gobierno por erradicar los cocales ilegales, el 67 por ciento se encuentra en los Yungas, el 32 por ciento en el Chapare y solo un uno (1) por ciento de la coca está localizada en las provincias del norte de La Paz y de esa fracción una pequeñísima parte está en la zona de Apolo.
En otras palabras, el Gobierno ha ido en busca de la aguja, teniendo un pajar inmenso donde localizar la coca que dizque, “ahora ha pasado de moda”. Si hacemos cuentas y si es que fuera cierto aquello de las 25 mil hectáreas, el oficialismo estaría muy cerca de alcanzar las 20 mil hectáreas que pretende fijar como nuevo tope legal. Así se entiende también que la erradicación esté concentrada en las ramas, pues el objetivo central es no afectar el tronco; es decir, la coca legal de los Yungas (la única que se puede masticar) y, por supuesto, toda la coca del Chapare que pasaría a ser legal. Así se entiende lo de "sagrado".
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