Centro de extorsión a los cocaleros por Mauricio Aira
Cuando se creó la llamada "aduana de la coca" se estableció que su finalidad sería establecer un control primero de los productores de coca, es decir un listado de las personas que se dedican a producir la hoja y asumen la titularidad de su comercialización. Segundo que se limitaría la cantidad de hoja comercializable también por persona y la periodicidad de la misma. Tercero que habría un intercambio de información entre los mal llamados "sindicatos o centrales" y la aduana para hacer participar al colegiado de los beneficios de la producción. En sus primeros años la aduana de la coca estuvo en manos del Cuerpo Nacional de Carabineros, que lastimosamente convirtió la atribución en "su principal centro de acopio de recursos" y de fuente de corrupción institucionalizada.
Cuando llegó Evo Morales al poder, se transformó el ente, en la caja de recaudación del MAS, se puso el control en manos de conmilotones del MAS, custodiados eso sí, por batallones de uniformados, que consideran todavía "una boya sin par" el servicio en la aduana, de donde aún hoy, en plena crisis de la entidad burocrática, siguen lucrando, obtienen "su pan de cada día", al margen del sueldo que el Tesoro de la Nación les concede.
ERBOL ha realizado una extensa entrevista de 60 minutos con el principal de los cocaleros de Los Yungas, quién ha referido con lujo de detalles, las formas de extorsión de "los aduaneros" al creciente sector de productores de coca, de comercializadores y hasta de consumidores. El método es el tradicional. Llega el productor a la tranca, por ejemplo la de Sacaba que bien conocemos, donde siempre, de dia y de noche existen vehículos haciando cola. El productor presenta una hoja de declaración (no se entrega el formulario sino por el tiempo estricto que dura el control) en que escribe la fecha, el lugar, el nombre del productor, la cantidad de bultos a introducir. El vista observa que le falta una palabra, un punto o una coma, y el productor "sabe" que eso tiene un precio que no duda en pagar (la extorsión) sin recibir un comprobante a cambio, entonces el vista pide a un guardia contar los bultos (qué risible) in situ, de modo que el guardia uniformado cuenta 8 bultos, pero grita "son seis" a cambio de una suma equis.
El invitado de ERBOL, ha repetido una y otra vez, "el trato que reciben de los policías", nos pegan, nos piden dinero, nos hacen llorar, nos quitan nuestra mercadería, y esto sucede también con los mayores, con los ancianos que transportan "coquita" para sobrevivir y tienen que pasar por la aduana. En suma, nos hemos quedado atónicos con el relato, de un procedimiento que sí lo sabíamos, sucede a toda hora por las trancas donde existe esta "aduana que debería llamarse punto de extorsión y abuso"
Sin demora los parlamentarios deberían exigir un informe escrito, además del informe oral, para conocer sin lugar a equívocos, todo el movimiento económico y administrativo de las aduanas y la real ligazón con los carabineros. De esta forma, podrán tener una idea de la monstruosidad de este aparato inventado y ejecutado por los mismos protectores de la hoja de coca. Podrán comprobar que la tal aduana, no es otra cosa que un instrumento de extorsión y de abuso sin nombre, esta vez de los propios masistas que camouflados como "productores de hojas de coca o comercializadores" son el soporte mejor organizado del Régimen de Evo Morales.
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