Las autoridades del COA, la policía aduanera de Bolivia, han reconocido que no pueden hacer nada con la población de Virupaya, ubicada a 215 kilómetros de La Paz, donde funciona una feria comercial del crimen organizado. Allí es posible comprar y vender cualquier artículo de contrabando, armas y por supuesto, drogas.
Un alto oficial de esa unidad dijo que hace unos días sacaron a tiros del lugar a agentes antidrogas de la Felcn que intentaron ingresar detrás de unos mafiosos y ha admitido que ni siquiera el Ejército se atreve a poner un pie en el mercado. Sitios como Virupaya están proliferando en varios puntos del Altiplano, donde la disciplina sindical funciona muy bien en el sector ilegal.
El gobierno prefiere no intervenir estos santuarios del crimen y opta por inventar otros como Apolo, donde hasta ahora no aparecen los grandes narcos de los que habló. Obviamente, de aquí a Afganistán hay muy poco trecho.
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